miércoles, 30 de noviembre de 2011

Frases de Mikao Usui


Tu mente, que es un pequeño Universo, ha de integrarse y unificarse con la regla natural del Gran Cosmos.

El Universo entero existe en mi interior, y yo me encuentro en el Universo y soy parte de él.


El arte del Reiki es una forma de meditación que genera luz y calor por sí mismo. Olvídate de ti mismo y de tu    pequeño ego; desapégate de todas las cosas y objetos, e inmediatamente irradiaras luz y calor por todas las partes de tu cuerpo, especialmente de las manos, los ojos y el aliento. De todas ellas, la luz viene de la sabiduría y el calor de tu amor y compasión. Conócete a ti mismo, y cada día irradiarás un gran brillo, luz y calor.


El progreso en el auto conocimiento y en la sanación con Reiki les llega a aquellos que practican y practican. El apoyarte solo en las técnicas y símbolos no te llevará muy lejos. Desarrolla cada día tu amor y compasión.


El arte de la sanación con Reiki puede resumirse así: La verdadera victoria es la victoria sobre uno mismo! Que ese día llegue con premura! Por necesidad o inspiración, alcanza la victoria. La verdadera historia implica un coraje, humildad, un tremendo esfuerzo y una fuerte voluntad. Haz que ese día llegue pronto! Ese glorioso momento de victoria está en el aquí y ahora.


Mientras aplicas la sanación con Reiki, aparta todos los pensamientos perturbadores y limitantes; vuelve una y otra vez al silencio y al verdadero vacío. Conecta con tu aliento vital y permanece en medio del Amor del Gran Vacío. Aquí está el gran secreto del camino de la sanación.


El gran camino, realmente no es un camino. Al final te habrás olvidado de las técnicas; cuanto más avances, serás más sencillo y habrá menos técnicas y enseñanzas. Al final solo quedará el Ser mismo.


La sabiduría es siempre la sabiduría, no importa cuál sea su fuente. Toda la sabiduría, la dicha y el amor emanan, esencialmente, de las profundidades de nuestro ser, con la práctica asidua del conocimiento.



No soy feliz por ser un Maestro venerado, querido y respetado por todos. No soy feliz por la fama o bienes adquiridos. Solo soy feliz porque medito y me regocijo en mi propio ser.


No puedo dejar de citar a Hawayo Takata ya que fue la primera mujer iniciada en este arte llamado Reiki.


Creo que existe un solo Ser Supremo-El Infinito Absoluto, una Fuerza Dinámica que rige el mundo y el Universo. Es un poder espiritual invisible que vibra y ante el cual todos los demás poderes palidecen en la insignificancia. Así pues, esto es el Absoluto....

Lo llamaré "Reiki".....

Por ser una fuerza Universal del Gran Espíritu Divino, pertenece a tod@s los que buscan y desean aprender el arte de la curación.


Dedicado a todos aquellos seres que han confiado en mi manera de transmitir Reiki, a veces con lloros, rabias, iras incluso dolor y como no con muchas risas y alegrías...!!!! Pero sobre todo con muchos cambios  y aceptación....para vosotr@s y para mí, je, je, je...aquí no se libra nadieeeee....!!!! A todos ell@s sobre todo en mis principios, graciaaaaaas a cada uno de vosotr@s!!!!! Haraaaaaaaaaaaaaaaaaaa.....!!!!!!









domingo, 6 de noviembre de 2011

Sobre el silencio


Nosotros los indios sabemos del silencio. No le tenemos miedo. De hecho, para nosotros es más poderoso que las palabras.

Nuestros ancianos fueron educados en las maneras del silencio, y ellos nos transmitieron ese conocimiento a nosotros. Observa, escucha, y luego actúa, nos decían. Ésa es la manera de vivir.

Observa a los animales para ver cómo cuidan a sus crías. Observa a los ancianos para ver cómo se comportan. Observa al hombre blanco para ver qué quiere. Siempre observa primero, con corazón y mente quietos, y entonces aprenderás. Cuando hayas observado lo suficiente, entonces podrás actuar.

Con ustedes es lo contrario. Ustedes aprenden hablando. Premian a los niños que hablan más en la escuela. En sus fiestas todos tratan de hablar. En el trabajo siempre están teniendo reuniones en las que todos interrumpen a todos, y todos hablan cinco, diez o cien veces. Y le llaman “resolver un problema”. Cuando están en una habitación y hay silencio, se ponen nerviosos. Tienen que llenar el espacio con sonidos. Así que hablan impulsivamente, incluso antes de saber lo que van a decir.

A la gente blanca le gusta discutir. Ni siquiera permiten que el otro termine una frase. Siempre interrumpen. Para los indios esto es muy irrespetuoso e incluso muy estúpido. Si tú comienzas a hablar, yo no voy a interrumpirte. Te escucharé. Quizás deje de escucharte si no me gusta lo que estás diciendo. Pero no voy a interrumpirte. Cuando termines, tomaré mi decisión sobre lo que dijiste, pero no te diré si no estoy de acuerdo, a menos que sea importante. De lo contrario, simplemente me quedaré callado y me alejaré. Me has dicho lo que necesito saber. No hay nada más que decir. Pero eso no es suficiente para la mayoría de la gente blanca.

La gente debería pensar en sus palabras como si fuesen semillas. Deberían plantarlas, y luego permitirles crecer en silencio. Nuestros ancianos nos enseñaron que la tierra siempre nos está hablando, pero que debemos guardar silencio para escucharla.
Existen muchas voces además de las nuestras. Muchas voces.



Extracto del libro “Ni lobo ni perro.  Por senderos olvidados con un anciano indio” de Kent Nerburn.