domingo, 3 de enero de 2010

Lapislázuli



Esta bella, misteriosa y seductora piedra fue la más emblemática de Egipto, y sigue conservando su poder de atracción. También es conocida como Lazmita, Lapis y Lazulita, nombres que hacen referencia a su particular color azul. El nombre por el que más se la conoce es Lapislázuli, palabra compuesta por una palabra del latín (lapis, "piedra") y por un antiguo termino árabe (allazjward, "azul del cielo paraíso).

Los egipcios tallaban en lapislázuli los escarabajos sagrados, que representaban la fuerza de la vida a través de la eternidad para sobreponerse a la experiencia de la muerte física, atributo que también otorgaban al Lapislázuli.

Su vibración puede drenar y proteger cada chakra de energías negativas y ejercer a modo de escudo protector ante circunstancias personales dolorosas o de cambio. Ofrece beneficios tanto en el ámbito emocional como en el sentimental, mental y espiritual..

Su posición en terapia presencial es sobre su chakra correspondiente desde el punto de vista cromático: Ajna chakra (situado en el entrecejo). Estimula y fortalece la glándula pineal y la pituitaria, además de equilibrar las facultades de ambos hemisferios cerebrales. Situar varias pequeñas piezas sobre la zona del entrecejo liberará la tensión que pudiera haber acumulada por motivos de ansiedad, tristeza, pasividad, convalecencia después de una enfermedad o intervención quirúrgica, aportando una energía de fuerza interior y poder personal.

Su especial y positiva vibración también favorece y potencia las cualidades de Vishuddhi chakra (situado en la garganta). Así pues es útil en el caso de afecciones como amigdalitis, afonía, constipado, etc.. También resulta especialmente conveniente en las afecciones psicológicas como timidez, inseguridad al expresarse, etc... Asimismo favorece Sahasrara chakra ( situado dos dedos por encima de la cabeza): incrementa la capacidad de canalizar, drena la energía estancada que provoca presión y/o dolor de cabeza, también libera la energía bloqueada por situaciones traumáticas acontecidas en el pasado de la persona.



                               

Como cristal personal, aporta una instantánea sensación de paz, calma y bienestar. Relaja cuerpo y mente y sostenlo durante unos minutos entre las manos, o sitúalo sobre Manipura chakra (situado en el plexo solar) y/o directamente sobre el entrecejo.

En situaciones de estrés, aporta serenidad, otra de sus cualidades vibracionales es la de ayudarnos a trascender las trampas del ego y a comprender los problemas ajenos sin entrar en juicios de valoración ni en prejuicios; es decir aporta ecuanimidad, poder personal y libertad al carácter. Es la piedra ideal para personas altruitas y generosas.

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