Dar y tomar, montados en el aire liberan a cada ser consciente, del océano del dolor. El primer Panchen Lama (1567-1662)
Ejercicio 3: Llevarse la oscuridad.
Aquí da comienzo el más importante de los ejercicios del Yoga del Corazón. Es el que tiene el efecto más penetrante y en el nivel más profundo: el quinto nivel, constituido por las semillas que crean nuestro propio cuerpo y nuestro mundo.
Continúa sentado cómodamente, después de terminar las Diez Respiraciones Perfectas. Lleva de nuevo la atención al entrecejo, en esta ocasión desplaza el foco de atención unos dos centímetros y medio por encima de este punto, en dirección a la línea del pelo. Después llévalo algo más de un centímetro hacia el interior de tu cabeza. Este es el lugar perfecto donde recoger tu concentración.
Ahora lleva tu pensamiento hacia el corazón otra vez. Muy dentro de tu corazón, en un lugar dos o tres dedos antes de llegar a la columna. Observa el diamante en la rosa, siempre ha estado allí, huele la fragancia de la flor y fija la mirada en la claridad y transparencia del cristal. Seguidamente, piensa en alguien a quien amas-amigo o familiar-, de quién sabes que está pasando por alguna forma de dolor físico o emocional en estos momentos. Trata de imaginar claramente la habitación donde esta persona está sentada.
Ahora imagina que has idos a sentarte justo frente a él o ella. Eres invisible; nadie puede verte, pero tú sí le puedes ver. Piensa que todo el dolor que esta persona guarda en su cuerpo y mente, se ha concentrado en un pequeño pozo de oscuridad en su corazón. Parece una nube de tinta negra, de la medida de una moneda. Quédate aquí unos momentos y piensa en el dolor que siente tu ser amado. Piensa en las diferente preocupaciones que están cruzando por su mente ahora mismo. Se específico: aborda los detalles. Tu mente querrá marcharse-regrésala de inmediato al problema de tu amigo-. Piensa en cuán maravilloso sería poder arrancar su dolor. Pero, ¿y si el único modo de conseguirlo fuera quedándote tú con este dolor?
Decide que estarías dispuesto incluso a pasar por esto; es el tipo de decisión que le da un sentido verdadero y felicidad a nuestra existencia compartida en esta Tierra. Decide pues, sin ninguna duda o vacilación, que le quitarás el dolor a esta persona y lo cargarás sobre ti. Lo hacemos en varias inspiraciones. Con cada inspiración arrastramos un poco más la pequeña nube de oscuridad, que es llevada por este aire suave. Lentamente asciende por la garganta de nuestro ser amado y sale a través de su nariz en forma de una fina columna de humo negro, como el humo del incienso. Esta oscura columna se recoge de nuevo formando una pequeña nube, justo delante de tu propia nariz. Detente y respira tranquilamente unas cuantas veces, prepárate para una última inhalación. Esta es la que conducirá todo el dolor hacia tu interior. Se valiente y reafírmate en tu decisión de que es mejor que te dañe a ti.
Tómate un último momento para observar el diamante en la rosa. El diamante brilla, radiante de luz y poder. Puede destruir cualquier cosa que toque. En este punto, es absolutamente crucial que pienses en cómo el poder del diamante destruirá toda la oscuridad, en el mismísimo instante en que inspires la pequeña nube. Sucede así porque nuestra voluntad de tomar el dolor de otro, es capaz de destruir este dolor para siempre, el de ellos y el nuestro propio. No piense nunca, ni por un momento, que algo de esta oscuridad puede quedar dentro de ti. Con una sola inhalación observa ahora la oscuridad entrar por tu nariz como un hilo; se arremolina formando una nube diminuta de negra oscuridad justo frente al diamante; y después lo toca-todo en una sola inhalación-.
Justo en el momento en que la nube entra en contacto con el borde del diamante brillante, se produce una repentina explosión de luz dorada en el interior de todo tu cuerpo. Como si el poderoso flash de una cámara fotográfica se hubiera disparado dentro de ti, en tu corazón.
Después del flash, todo lo que puedes ver es el diamante, rebosando belleza dentro de la rosa, reluciendo como antes. Ves una pequeña columna de humo blanco desvanecerse en el aire, y todo el dolor ha desaparecido. Es muy importante comprender que todo el dolor se ha esfumado. Nadie volverá a ser dañado por este dolor, nunca más.
Permanece sentado unos momentos, tranquilamente, de nuevo estás sentado frente a este amigo o familiar, y aún eres invisible. Quédate aquí un momento, en silencio y disfruta de la expresión en el rostro de la persona. De repente, todo el dolor y preocupación que castigaban a este ser querido, ha desaparecido por completo. No sabe por qué, pero tampoco le importa. Qué bien se siente ahora! Disfruta de la felicidad de tu ser amado y siéntete orgulloso de ti mismo, porque tuviste la valentía de quitarle su dolor.
Efectos:
Todos queremos ser felices. Es la razón por la cual cada uno de los billones de personas que poblamos este mundo pone el pie en el suelo y se levanta de la cama a diario. Y en nuestra búsqueda de felicidad a lo largo del día que sigue, todos podemos terminar haciendo algunas cosas bastante egoístas, incluso cosas que podrían dañar a otras personas a nuestro alrededor. Pero, en realidad, no somos así. Esto no es lo que de verdad queremos hacer, y lo sabemos. Explicándolo de un modo simple, lo que realmente nos hace felices a cada uno de nosotros es conseguir que sean felices los demás. Este es el motivo por el que hacemos la antigua práctica de Dar y Tomar en cada sesión del Yoga del Corazón.
En ocasiones, aun contorsionándonos como rosquillas en una clase de Yoga, solo conseguimos llegar al primer nivel, especialmente si no nos han enseñado las posturas del modo correcto-al modo de los antiguos maestros-. Los ejercicios de Yoga tradicionales realizados del modo correcto, están diseñados para llevarte hasta el segundo y tercer nivel: te ayudan a que los aires internos regresen a un fluido suave, haciendo que nuestra respiración fluya también con suavidad y sosiego. Esta salud iniciada en el nivel profundo, asciende hasta el primer nivel y, practicando Yoga regularmente nos sentiremos más ligeros y más jóvenes físicamente.
André Van Lysebeth
Sin embargo, ni siquiera este efecto llega necesariamente hasta el cuarto y quinto nivel: nuestros pensamientos y las semillas del mundo en nuestra mente. Esto tiene un efecto inmediato en los niveles posteriores; los aires internos conectados con nuestros pensamientos empezarían a cantar también. Eso a su vez, activaría una canción en la respiración misma, y proporcionaría un fluido constante de aire delicioso a todas las células de nuestro cuerpo. El Yoga que hagamos después, realmente funcionará en nuestro interior. No seremos el que deja la clase de Yoga con el cuello dolorido; seremos el que se va a casa sintiéndose como si le hubiera tocado la lotería.
Pero la parte más excitante de Dar y Tomar es el efecto en el nivel que queda por debajo de nuestros pensamientos: en las semillas del mundo, el quinto nivel. Bastan dos o tres minutos de bondad hacia otro-incluso unos pocos minutos deseando poder ser bondadoso con otro, planta un costal de semillas muy puras, muy poderosas en nuestra mente-.
Y recuerda que cuando estas semillas broten, van a determinar el modo en que veremos el mundo que nos rodea-incluso cómo nos veremos a nosotros mismos-.
(Recomiendo la lectura de cualquier de los libros de André Van Lysebeth)
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