Hacer un Mudrá es muy fácil. Se consiguen mayores beneficios de él cuando se combina con la práctica de Reiki, ya que el practicante percibe entonces con gran intensidad el fluir de la energía. No hay ninguna regla para realizarlo, pero ciertas pautas ayudan.
Hay que empezar cada sesión de Mudrá "lavándose las manos" (frotándose unas diez veces las manos y manteniéndolas frente al Hara), de este modo la energía fluye a las manos, si tienes algún nivel de reiki puedes utilizar algún símbolo según te convenga.
Una regla general es que la presión de los dedos debe ser ligera y las manos deben estar relajadas. Los Mudrás pueden realizarse en cualquier postura. Se puede estar sentado de pie, tumbado, e incluso se pueden hacer andando. El cuerpo debe estar suelto, relajado y centrado. Es importante no estar tenso, pues ello dificultaría el flujo de la energía. Los Mudrás comportan soltarse, viajar al interior de la consciencia y sanarse.
La espalda debe estar derecha, bien te sientas con las piernas cruzadas o en una silla con respaldo. Los dedos se unen tal y como se indica en cada Mudrá. La presión ejercida debe ser la justa para sentir el fluir de la energía.Los Mudrás se pueden practicar en cualquier lugar y en cualquier ocasión, pero es mejor realizarlos cuando se está en las condiciones y el ambiente adecuado, ya que de ese modo no habrá bloqueos de energía.
No hay que hacerlos deprisa, sino intentar hacer unos cuantos pacientemente, con calma. Tampoco debemos realizar muchos, es fácil caer en ese error. Debes sentir la acción de los Mudrás interiormente. No hay que esperar milagros y luego sentir frustación porque no ocurre nada. Los cambios que se experimenten serán globales. A medida que la mente sane, el cuerpo responderá y uno empezará a sentirse cada vez mejor.
Muchos problemas mentales se manifiestan corporalmente. Para solventarlos, la mente tiene que trazar el camino, y eso lleva su tiempo. Hay que esperar, no correr. La mente sanará despacio pero de modo seguro; se experimentarán extraordinarios sentimientos de dicha de júbilo y, finalmente, la recuperación será larga y duradera. Cuando la mente está agitada, el cuerpo cae también enfermo, de modo que según en qué momentos de la vida se necesitarán unos Mudrás u otros.
Pronto, con la práctica continuada de los Mudrás, junto a la visualización y a la afirmación, uno se embarcará en un viaje hacia el autoconocimeinto. Si se utiliza la energía de los Chakras, el talante se eleva y se experimenta una sensación nueva de calma y sanación. Finalmente, el practicante se ve libre de las demandas de la vida diaria. O, al menos, las enfrenta sin esfuerzo. Lo que antes parecía imposible, ya no es un problema.
Hay diferentes opiniones a cerca del tiempo que debe dedicarse a cada Mudrá. Hay quien recomienda hacer un Mudrá al día durante 45 minutos. Si se considera éste un tiempo demasiado largo, puede dividirse en tres períodos de 15 minutos cada uno. Hay quien opina de modo distinto, pero lo más beneficioso es hacerlo con la regularidad de un ejercicio, del horario de las comidas, de una meditación, o de aquello que hagamos de modo habitual.
Es una buena idea interrumpir el Mudrá una vez conseguido el efecto deseado. Cuando uno empieza a sentirse bien y sano durante un tiempo, que puede ser relativo, notará cómo el Mudrá funciona. Una respiración correcta es vital. Cuando exhalamos lentamente, no sólo descargamos el anhídrido carbónico sino también la energía consumida. Hay que descansar un poco más entre la inspiración y la exhalación. si uno necesita calmarse, debe realizar la respiración más lenta, y si necesita despejarse, debe intensificarla. La respiración juega un papel muy importante. Cuando ésta es profunda,lenta y fluida realiza un efecto calmante y regenarador.
Diversos Mudrás;
Chin Mudrá:
Las puntas del pulgar e índice se tocan en ambas manos formando un círculo, los otros tres dedos restantes se mantienen relajados. Cuando los dedos miran hacia arriba y los dorsos de las manos reposan sobre los muslos se llama Chin Mudrá si por el contrario miran hacia abajo y lo que reposa son las palmas de las manos se llama Jnana Mudrá.
Hay dos maneras de hacer este Mudrá, en el primer método, las puntas de los dedos pulgar e índice se tocan entre sí. En el segundo método, la punta del índice toca la primera articulación del pulgar con una ligera presión. Son métodos diferentes. El primero es una postura pasiva y receptiva, mientras que la segunda es una posición activa y de entrega.
Estos Mudrás producen un gran efecto en diferentes planos. Son muy eficaces para la concentración y hacen que la persona que los practica tenga la mente despejada.
Mukula Mudrá:
Este mudrá parece muy simple pero es muy efectivo. Con la mano hueca, se colocan los cuatro dedos sobre la punta del pulgar. La mano parece un cono. La colocaremos en la parte del cuerpo que necesita más energía. Puede realizarse con ambas manos y durante cinco minutos al día. Este Mudrá se coloca en el órgano o parte del cuerpo que tenga dolor o se sienta tenso.
Está indicado para dirigir la energía a un lugar específico. Hay diversos órganos que están relacionados con partes concretas del cuerpo. Es como un foco intenso de energía sanadora, como un rayo láser o un cañón de luz dirigido a la zona del problema. Llega a ser una herramienta de sanación eficaz, puedes aumentar su poder con Reiki.
Uttarabodhi Mudrá: Ambas manos se colocan frente al tórax. Los dedos índice y pulgar de cada mano se tocan enfrentándose uno al otro. Los índices deben señalar hacia arriba, y los pulgares, hacia abajo. Se puede realizar el tiempo que se quiera. Este Mudrá refresca el organismo y lo recarga de energía.
Hakini Mudrá: Este Mudrá tan interesante y significativo puede realizarse en cualquier lugar y a cualquier hora. Se unen las puntas de los dedos de ambas manos, los ojos deben mirar hacia abajo y la lengua debe colocarse de modo que toque las encías mientras se inspira, dejándola caer de nuevo cuando se exhala.
Realizado de modo inconsciente, este Mudrá es muy popular. La gente, sin darse cuenta, se sienta contemplativamente, con las manos una frente a otra y las puntas de los dedos unidas. Este mudrá es beneficioso para el cerebro.
Ganesh, el dios elefante, es conocido universalmente como el gran superador de obstáculos. En este Mudrá la mano izquierda debe estar frente al tórax con la palma de la mano hacia fuera. Los dedos se flexionan y la mano izquierda coge a la mano derecha que tiene la palma hacia dentro. Ambas manos quedan sujetas sin soltarse y frente al pecho, con esta acción se tensan los músculos de la parte superior del brazo y del pecho.
Al inspirar se afloja la presión. Repite el ejercicio seis veces. Cambia la posición de las manos y vuelve a repetir lo mismo seis veces más. Después, permanece un rato en silencio. El ejercicio debe realizarse con un codo señalando hacia arriba y el otro hacia abajo. Haciéndolo una vez al día se conseguirá fortalecer los músculos del corazón, abrir los bronquios y relajar la tensión emocional. Con él se abre además el cuarto chakra y se incrementa la confianza en uno mismo.
OM GAM GANAPATAYÉ NAMAHA
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