jueves, 15 de marzo de 2012

Respiración y meditación


La mayoría de nosotros no somos conscientes de lo que la respiración afecta a nuestro estado mental y físico, pero en la meditación es algo crucial. Desde un punto de vista práctico, si absorbemos oxígeno y expulsamos los gases residuales libremente, nuestro metabolismo funcionará eficientemente, lo que a su vez, permite a nuestro cuerpo relajarse.


En momentos de tensión o estrés podremos calmarnos en gran medida, simplemente dedicando el tiempo necesario a llenar los pulmones y controlar la respiración. La meditación nos enseña que aprendiendo a entender y regular la respiración, desarrollaremos nuestra capacidad de controlar el cuerpo, centrar la mente y controlar nuestras emociones, mejorando nuestra calidad de vida en todos los sentidos.

Respirar correctamente depende mucho de una postura corporal correcta: algo que no sólo nos hace mejorar nuestro aspecto físico, sino que también nos ayuda a sentirnos mejor. Cuando estés sentad@, asegúrate de que tu espalda está recta, pero no tensa. Si meditas en una posición forzada, tus pulmones y tu diafragma no podrán expandirse con facilidad y libertad.


Una respiración correcta parte del diafragma y no de la parte superior del tórax. Intenta establecer una rutina durante tus sesiones de meditación; cuando cierres primero los ojos por primera vez y te prepares para meditar, adquiere el hábito de que el siguiente paso  que des, sea centrar tu atención en la respiración. Durante un minuto o dos, intenta respirar lenta, regularmente, y de manera algo más profunda de lo que harías normalmente.

Eso te ayudará a relajarte y a calmar tu mente automáticamente. Contempla el proceso de tu respiración y sé consciente de que toda tu existencia depende de él; así te darás cuenta del importante papel que desempeña  en tu salud y bienestar.


Cuando respiramos, estamos inspirando el aire que nos rodea y convirtiéndolo en parte de nosotr@s mism@s. Reflexionar sobre este proceso nos consciencia sobre la estrecha y profunda relación que existe entre nosotr@s mism@s y nuestro entorno. De hecho, concentrarse en la respiración es un ejercicio de meditación en sí mismo.

Termina toda meditación como la empezaste; justo antes de abrir los ojos y darla por finalizada, concéntrate durante uno o dos minutos en cada inspiración y exhalación a medida que ocurran.


No deberías considerar la meditación como una mera actividad que realizas durante unos minutos cada día: se trata de una actitud que puedes introducir en tu vida cotidiana. Practica con el fin de centrar tu mente y tu cuerpo, y comprobarás que tiene profundos efectos en tu manera de vivir el día a día, permitiéndote estar más centrad@ en cualquier en cualquier tarea que lleves a cabo y dejando que te dediques a fondo a cualquier aspecto de tu existencia emocional, mental y física.

Si limpiamos la mente y serenamos el cuerpo, aunque sólo sea por un momento, atraeremos ricas y sutiles armonías hacia nuestras vidas.


Existe una cosa que, si se cultiva y practica con regularidad, nos guía hacia una intención espiritual profunda, hacia la paz, la concienciación y la comprensión clara, la visión y el conocimiento, hacia una vida feliz aquí y ahora, la culminación de la sabiduría y el despertar. ¿Y qué es esa cosa? Es la consciencia centrada en el propio cuerpo. "Buda"


Vacíate de todo: Deja que tu mente esté en paz. . Mientras diez mil cosas ascienden y caen, el Ser contempla su regreso. Cada una de ellas crece y florece, y regresa después a la fuente. El regreso a la fuente es serenidad, significa cumplir el camino de la naturaleza. El camino de la naturaleza es constante. Conocer la constancia es revelación. "Lao Tse" Tao Te Ching.


Demos gracias a la existencia por vivir, respirar, amar, respetar,  aceptar, apreciar, por lo que tenemos y al mismo tiempo saber conservarlo, por poder observar, y sobre todo por la unión del aliento que se nos  concede junto al ser amad@, por todo y eso y más gracias a Sawabona por el regalo de un año entero lleno de compartir respiraciones unidas, por siempre Om Shanti.




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