El
camino a la Libertad de Ser nosotras mismas con todo nuestro Potencial nos
lleva a enfrentar los espacios de caos o muerte, desde la consciencia del
proceso, que entonces se convierte en oportunidades para nuestro cambio profundo.
La integración de todos nuestros aspectos inconscientes nos llevan a la
Totalidad de nuestro verdadero Ser y a la expresión de este en nuestra vida.
SHOSHOPANTLI, la emancipación
de la conciencia.
El
destino final de la conciencia es
Shoshopantli, la “libertad total”. La libertad, desde el punto de vista
Tolteca, se entiende como una vivencia de nuestro potencial para percibir todo
lo que es humanamente posible, así como para escoger seguir el sendero de la
evolución de la conciencia. Esto es algo que debe ser buscado activamente,
porque no se produce en forma automática.
Cita el clásico dicho de Hermes: "Hijo, extrae del rayo su
sombra," dándonos así a comprender claramente que la sombra está contenida
en los rayos del sol, y que por ello podía ser extraída de ellos (sea lo que
sea lo que esto pueda significar). Estrechamente relacionada con estas
afirmaciones se encuentra la idea alquímica del sol negro, que menciona a
menudo la literatura. Esta noción está basada en el hecho evidente de que sin
la luz no puede existir la sombra, por lo que, en cierto sentido, la sombra es
también emitida por el sol. Para esto la física requiere de un objeto oscuro
interpuesto entre el sol y el observador, algo que no se puede aplicar al Sol
alquímico, porque éste aparece ocasionalmente como negro. Este Sol negro
contiene tanto luz como oscuridad. Maier se pregunta "¿Para qué existe,
finalmente, un sol carente de sombra? Es lo mismo que una campana sin badajo. Esta
visión es algo cierto en todas las cualidades alquímicas, en que cada cosa
lleva en sí misma a su opuesta.
“Vivir en el estado de víctima es simplemente dejarse conducir en
la vida por un cochero incompetente o mal instruido cuyas estructuras se han
anquilosado durante la infancia y que es incapaz de controlar al caballo y
utilizarlo adecuadamente. Ésta es la consecuencia de los comportamientos
mentales-emocionales”.
Es fácil ver que la
dinámica subyacente en la mayor parte de los comportamientos es la reproducción
psicológica inconsciente de las situaciones de la vividas durante la infancia;
es la búsqueda torpe y frecuentemente desesperada de compensaciones a las
carencias y frustraciones del pasado”.
“El Poder de
elegir” o el principio de responsabilidad. Annie Marquier Ed. Luciérnaga
OCEANO.
LAS CONDICIONES EN
QUE SE DESARROLLA LA VICTIMITIS:
Dos estructuras mental-emocionales, en gran parte relegadas al
inconsciente, se encuentran principalmente en la base de este estado de ánimo.
Ellas se apoyan sobre un sentido de carencia, en lo que toca a la primera, y
sobre un sentimiento de impotencia, en lo que respecta a la segunda. En
general, la instalación de estas estructuras se ha realizado a partir de
ciertas experiencias procedentes de la niñez.
Sin embargo, debemos darnos cuenta de que la forma de reaccionar
de una persona frente a ciertas circunstancias depende de su grado de evolución
y también de lo que haya elegido hacer interiormente con esas circunstancias.
Posiblemente cuando observemos los síntomas de la victimitis
podemos reconocer hasta qué punto estamos infectados, y si la infección es
ocasional o permanente.
Recordemos que los síntomas son una consecuencia directa de la
forma de percibir el mundo, es decir, del contenido de nuestro filtro mental.
Vivir en el estado de víctima es simplemente dejarse conducir en
la vida por un cochero incompetente o mal instruido cuyas estructuras se han
anquilosado durante la infancia y que es incapaz de controlar al caballo y
utilizarlo adecuadamente”.
“El poder de
elegir o el principio de responsabilidad” Annie Marquier. Ed. Luciérnaga Colección
Océano.
EL ARQUETIPO DE LA
MUJER SALVAJE:
Si las mujeres la han perdido, cuando la vuelvan a encontrar,
pugnarán por conservarla para siempre. Una vez que la hayan recuperado,
lucharán con todas sus fuerzas para conservarla, pues con ella florece su vida
creativa; sus relaciones adquieren significado, profundidad y salud; sus ciclos
sexuales, creativos, laborales y lúdicos se restablecen; ya no son el blanco de
las depredaciones de los demás, y tienen el mismo derecho a crecer y prosperar
según las leyes de la naturaleza. Ahora su cansancio del final de la jornada
procede de un trabajo y un esfuerzo satisfactorios, no del hecho de haber
estado encerradas en un esquema mental, una tarea o una relación excesivamente
restringidos. Saben instintivamente cuándo tienen que morir las cosas y cuándo
tienen que vivir; saben cómo alejarse y cómo quedarse.
Cuando las mujeres reafirman su relación con la naturaleza
salvaje, adquieren una observadora interna permanente, una conocedora, una
visionaria, un oráculo, una inspiradora, un ser intuitivo, una hacedora, una
creadora, una inventora y una oyente que sugiere y suscita una vida brillante
en los mundos interior y exterior. Cuando las mujeres están próximas a esta
naturaleza, dicha relación resplandece a través de ellas. Esa maestra, madre y
mentora salvaje sustenta, contra viento y marea, la vida interior y exterior de
las mujeres.
Por consiguiente, aquí la palabra “salvaje” no se utiliza en su
sentido peyorativo moderno con el significado de falto control si no en su
sentido original que significa vivir una existencia natural, en la que la
criatura posee una integridad innata y unos límites saludables. Las palabras
“mujer y salvaje” hacen que las mujeres recuerden quienes son y que es lo que
se proponen. Personifican la fuerza que sostiene a todas las mujeres.
El arquetipo de la MUJER
SALVAJE se puede expresar en otros términos igualmente idóneos. Esta
poderosa naturaleza psicológica se puede llamar naturaleza instintiva, pero la MUJER SALVAJE es la fuerza que se
oculta detrás de ellas. Se puede llamar psique natural, pero detrás de ella
está también el arquetipo de la MUJER
SALVAJE.
Y esta criatura es siempre una hechicera-creadora o una diosa de
la muerte o una doncella que desciende o cualquier otra personificación. Es al
mismo tiempo amiga y madre de todas las que se han extraviado, de todas que
necesitan aprender, de todas las que tienen un enigma que resolver de todas las
que andan vagando y buscando en el bosque y en el desierto.
De hecho, en el inconsciente psicoide- un inefable estrato de la
psique del cual emana este fenómeno- LA
MUJER SALVAJE es tan inmensa que no tiene nombre pero, dado que esta fuerza
engendra todas las facetas importantes de la feminidad, aquí en la Tierra se la
denomina con muchos nombres, no solo para poder examinar la miríada de aspectos
de su naturaleza sino también para aferrarse a ella. Puesto que al principio de
la recuperación de nuestra relación con LA
MUJER SALVAJE, esta se puede esfumar en un instante, al darle un nombre
podemos crear para ella un ámbito de pensamiento y sentimiento en nuestro
interior. Entonces vendrá y, si la valoramos, se quedará.
“Mujeres que
corren con los Lobos” Clarisa Pinkola Éstes
Para más información sobre los talleres, escribe a kalinaranja@hotmail.com
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