Es la Diosa China de la compasión universal. Es el equivalente chino de Avalokitesvara. En Japón se denominó Kannon.
Kuan Yin es la más amada de las deidades del mundo chino. El atributo particular de Kuan Yin es su misericordia, que le hace accesible a tod@s. Se cree que rescatará a cualquiera que acuda a ella en momentos de crisis. Comprende la naturaleza del temor y la angustia, y responde a ellos con compasión.
Es la encarnación del amor, de la gracia y de la belleza. Se le representa con un rosario de cristal blanco en su mano derecha y un loto en su mano izquierda. Sus devotos buscan su guía y apoyo en todas las áreas de la vida.
Su nombre significa "Quien contempla el sonido del mundo". Cuando el budismo llegó a China, el bodhisattva Avalokitesvara pasó a identificarse con Kuan Yin, aunque la energía arquetípica de la diosa madre protectora y misericordiosa es preexistente al budismo.
En muchas imágenes se le representa llevando las perlas de la iluminación : "la cintamani, la joya que colma todos los deseos".
También aparece a menudo portando una corriente de agua sanadora, "el Agua de la Vida", que derrama de un pequeño recipiente para bendecir a todos los seres. Cuando se le representa con un dragón es como un símbolo de espiritualidad, sabiduría, fuerza y poderes divinos de transformación.
Las imágenes portando un loto blanco hacen referencia a su pureza. A veces se le asocia con una rama de sauce, que es un antiguo símbolo chamánico de la cultura china., que lo vincula a la facultad de comunicarse con los mundos espirituales. También como símbolo de la feminidad.
Otras veces se le representa con una vasija simbolizando el néctar de la compasión y la sabiduría, que son distintivos de los bodhisattvas. Si lleva un libro o pergamino de oraciones (sutras), representa las enseñanzas de Buda.
Sus manos, en posición abierta y ahuecada, ofrecen a veces la forma del Yoni Mudra, simbolizando la matriz como la puerta de entrada a este mundo a través del principio Universal femenino.
Kuan Yin está libre de orgullo, deseo de venganza y dispuesta siempre a minimizar los sufrimientos. Los seres atormentados y en constante sufrimiento a causa de su Karma pueden obtener ayuda y purificación simplemente por implorar su energía y pidiendo su ayuda con devoción.
Dentro del Budismo, Kuan Yin es uno de los cuatro grandes bodhisattvas y, en su aspecto masculino, se identifica con el bodhisattva Avalokitesvara, que en el Tibet de llama Chenrezig.
Kuan Yin es un bodhisattva, un ser que se ha liberado y ha hecho el voto de permanecer en la dimensión física y no realizar el tránsito a la dimensión espiritual hasta que todos los seres hayan completado su proceso de iluminación y se liberen del ciclo de nacimiento, muerte y renacimiento (samsara).
Kuan Yin es la manifestación arquetípica del principio femenino de la madre, o matriz cósmica, y encarna la compasión y la sabiduría en perfecta unión; se manifiesta como la energía salvadora y protectora, y se encuentra reflejada en las religiones de todo el mundo, como María en el cristianismo, Isis en el antiguo Egipto, Tara en el Budismo Tibetano, Shakti, Parvati, Sita Y Radha en el Hinduismo, etc...
Kuan Yin es un yidam, o deidad que mora en el corazón. Tanto en el hinduismo como en el budismo cada ser humano está vinculado a una divinidad que reside en su propio corazón. Esta deidad tutelar es su guía y maestro interior, y representa la traslación al plano espiritual de su propia naturaleza personal.
Conocer nuestro yidam significa conocer algo de nuestra naturaleza divina, y al practicar la meditación en nuestro yidam estamos avanzando hacia niveles superiores de conciencia y trascendencia.
Kuan Yin es un yidam, o deidad de meditación para sus practicantes, especialmente para aquellos que sientes un especial sentimiento de devoción hacia ella.
Kuan Yin es un poder supremo, un arquetipo de mahakaruna, que se manifiesta de infinitas maneras entre los seres sensibles para auxiliarles y orientarles hacia la Luz.
Como todos los seres humanos tenemos el potencial de la realización absoluta; existe un yidam en nuestro corazón que nos corresponde por naturaleza y cualidad del alma, y si aún no lo hemos encontrado en nuestras meditaciones y sueños pediremos al universo que se nos revele.
Sus ritos pueden ser tan simples como recordar y cantar su nombre, invocarla con su mantra, inclinarse en Gasho ante su imagen o visualizarla como la esencia de nuestro propio corazón, encender una lámpara por ella, meditar en el silencio original de la propia mente (que es el sonido absoluto de su voz divina), comprender y respetar con ecuanimidad la diversidad de senderos espirituales y sus muchas formas divinas como diferentes aspectos de su energía compasiva.
Y preguntaban los chamanes y sabios si alguien enfermaba ¿cuándo dejaste de cantar?, ¿cuándo dejaste de bailar?, ¿cuándo dejaste de contar historias? y ¿cuándo dejaste de sentirte cómodo en el dulce espacio del silencio?...
Feliz meditación y Namasté
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