Los psicólogos dicen que la experiencia de los nueve meses en el vientre de la madre es la causa básica para el tremendo deseo que tiene el hombre de encontrar nuevamente el mismo hogar, los mismos días de paz y silencio. Sin preocupaciones, sin peleas, sin otros.
Ser uno mismo y estar solo y suficiente en sí mismo. Parece haber una verdad en esto. Todos aquellos que han llegado al mismo estado de silencio, paz y tranquilidad que tiene el niño en el vientre de su madre-en otras palabras, las personas para las que toda la existencia se ha tornado un vientre, una madre...-han encontrado que es como volver a casa.
Un hogar más amplio, con más libertad, con más espacio, con gran belleza, con intenso éxtasis. El hogar verdadero es encontrar la propia soledad, es encontrarse a uno mismo. Siempre estamos viajando afuera, yendo hacia algún lugar.
Y cada irnos es irnos de nosotros mismos. Puede que estés buscando un hogar, pero en los hechos estás alejándote del hogar: tu hogar está dentro de ti... y puedes encontrar ese hogar solamente cuando dejas de buscar, cuando dejas de viajar, cuando ya no estás interesado en lo distante, sino profundamente relajado en las fuentes mismas de tu ser.
Osho
Lo que normalmente parece el final de la vida no es el final de la vida para quienes han despertado. Es el comienzo de una nueva vida completamente nueva, mucho mejor, mucho más grande, mucho más luminosa.
Osho, La pasión por lo imposible
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