La Técnica Metamórfica tiene su origen en la reflexología podal.
Creada por el naturópata Robert St. John, el principio de este masaje es reconectar al individuo con su periodo prenatal, a través del masaje de los puntos reflejos de la columna vertebral, sobre los pies, las manos y la cabeza, donde se considera que perduran los bloqueos que se producen en el feto durante la gestación.
De esta manera se recupera la fuerza vital ..., los bloqueos de energía pueden ser eliminados, y se actualiza la auto-curación. En su origen, la técnica metamórfica se llamaba “terapia prenatal”, pero no se la considera propiamente una terapia, ya que no se trata de un método curativo para combatir las dolencias y síntomas concretos, sino que mas bien es un medio de proporcionar las condiciones que hagan posible la transformación de la persona.
St. John era un naturópata, que investigando con los diferentes mapas de la reflexología, se dio cuenta de que dicha zona estaba asociada con el tiempo uterino, desde la concepción de la persona hasta su nacimiento. Se considera que la mayoría de nuestros patrones y respuestas emocionales, tanto físicas como mentales, se forman durante la etapa de gestación, por lo que cualquier eventual bloqueo energético de las zonas durante dicho estadio tiene efectos persistentes de por vida.
¿Cómo actúa?
Dando masaje a un área determinada de los pies, las manos y la cabeza no tan solo se consigue desbloquear obstrucciones recientes, sino también las más antiguas, establecidas en la persona de forma muy profunda desde su vida en el seno materno.
Se suele recomendar varias sesiones (hasta diez) de una hora, separadas entre sí por un período de una semana. El tratamiento de los pies no debe superar una hora semanal, ya que podrían producirse demasiados cambios para ser asimilados.
Nuestro propio movimiento y nuestra capacidad de cambiar pueden ser obstaculizados, pero toda la fuerza de vida está esperando entre bastidores, lista para conducirnos a un estado de mayor libertad.
El efecto del Masaje Metamórfico es placentero, relajante y sin darse cuenta se van produciendo los cambios. El masaje se manifiesta por una transformación en nuestro comportamiento, nuestra forma de ser y por una sensación de bienestar, fluidez y plenitud.
Una herramienta única para la transformación personal.
No es una terapia o tratamiento sino una técnica que ayuda a proyectar adelante tu propia fuerza de vida, capacitándote para descubrir tu potencial.
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