Prosperidad

Prosperidad

Hara Therapy

Yoga Reiki Hara Kali&Shanti "donde el bienestar nace de dentro hacia fuera".

El Hara constituye el centro de tu ser, el vínculo con la existencia, la morada de la voluntad, la referencia que presta sentido a la vida.

Un viaje hacia el centro de tu ser, un viaje que comienza con el cuerpo y a lo largo del cual se desciende de la cabeza al corazón y del corazón al Hara.

"Aquel que comprende tiene alas"

Las principales causas del estrés en Occidente son "querer ser lo que no somos y hacer demasiadas cosas en una hora".

Aquí y ahora lo único seguro son los cambios constantes, inevitables, dejémonos llevar, soltar, sacar, soñar, actuar, volar...si te propones cambiar vas a crear tensión, primero hay que aceptar y luego relajar, tenemos que aprender cuál es nuestro ritmo, desde la relajación.









viernes, 30 de julio de 2010

Hara


"Hara" significa literalmente "cultivo de la vida" o "centro vital". Significa el centro de la gravedad. Pero este centro de gravedad debe considerarse en un sentido mucho más amplio. Hara es el punto de equilibrio de nuestra vida física, mental, emocional y espiritual. Cuando se dice que alguien está centrado y enfocado, está en contacto con Hara.

En Oriente el significado de Hara es tan amplio, tan extenso, que sería erróneo sugerir que se puede resumir en una sola frase o un conjunto corto de frases. El cultivo de y la comunión con Hara es una empresa de toda la vida para los Japoneses. Todas las artes marciales, todas las artes culturales (entre ellas la pintura y la música), todas las disciplinas espirituales y todas las transacciones de negocios se realizan, con mayor o menor éxito, desde el propio Hara.

Hara es el centro del yo; es la raíz espiritual de la propia vida. Así como las raíces de un árbol se hunden en la tierra para extraer el sustento, Hara es la raíz de la cual se extrae el poder y la conexión con la energía universal. Hara es nuestro cordón umbilical. La energía universal entra en nuestro ser a través del Hara.


                                              


En su maravilloso libro Hara: The Vital Center of Man, Karlfried Graf señala que los seres humanos siempre estamos suspendidos entre los polos arquetípicos del cielo y la Tierra, el espacio y el tiempo. Estos polos nos atraen desde sus posiciones ventajosas: el cielo nos impulsa hacia ideales superiores y la comunión última con el espíritu; la Tierra nos atrae hacia el deseo del éxito, poder riqueza y longevidad. La dualidad cielo y Tierra se representa en nuestra limitada existencia espacial-temporal en la Tierra.

Esta dualidad nos crea en el interior un abrumador conjunto de tensiones, cada una tirando hacia su dirección. La vida de un hombre o una mujer es una lucha por integrar esos arquetipos. Podemos engañarnos a nosotros mismos pensando que esos dominios existen fuera de nosotros, pero de hecho el cielo y la Tierra son dominios que están en el interior de nuestras conciencias. Por lo tanto, la vida en sí misma es un intento por integrar esos dos polos antagónicos y complementarios.

Con frecuencia cedemos ante uno u otro, abandonando la Tierra por el cielo, o renunciando al cielo por las avasalladoras tentaciones de la Tierra. ¿Dónde está el equilibrio y la integración? La respuesta es: en Hara. Hara es el modo de integración. Es el verdadero centro del ser, donde se armoniza la dualidad de la vida. En nuestro centro espiritual, Hara, hay paz y equilibrio. Por lo tanto, el oriental cultiva una actitud que intenta que cada movimiento y acto proceda de su Hara.

En cuanto centro vital, Hara es la fuente de la salud, la vitalidad personal de la resistencia. Cuando una persona actúa desde Hara, se mueve sin esfuerzo. Es llevada y sostenida por el poder infinito del Universo, es una con el Tao.


                                   


En el cuerpo humano, el Hara ocupa la zona general situada entre el plexo solar y el hueso púbico.Las personas que tienen desarrollado el Hara son valientes y tienen capacidad de aguante, de resistencia. El Hara se considera como un segundo cerebro; también se lo llama "el cerebro pequeño". Directamente detrás de la zona en que está situado, debajo del plexo solar en la columna, hay un haz de nervios que representa la mayor concentración de nervios que existe fuera del cerebro. Esta concentración de nervios es responsable de muchos de los movimientos de la parte inferior del cuerpo.

Realizamos muchos actos involuntariamente: los latidos del corazón, por ejemplo, y la respiración. Podemos controlar conscienstemente nuestra respiración sin controlarla.

Cuando se respira profundamente, llevando el aire hacia esa zona de abajo, se nutre y se desarrolla el Hara. Cuando el Hara se hace más fuerte, uno se siente más relajado, capaz y confiado. Las personas cuya respiración es más superficial, es decir, que dejan el aire en la parte superior del pecho, son más nerviosas, emotivas, inseguras e inciertas. Numerosos estudios científicos demuestran que esto es una realidad.

Las personas que respiran superficialmente no comprenden que el aire o aliento es Ki, y que el exceso de Ki estimula el centro de energía del corazón. Cuando este centro de energía, llamado chakra del corazón (Anahata) en Oriente, es estimulado en exceso, el cuerpo de la persona pierde el equilibrio, sus emociones se excitan y descontrolan y aumenta la tensión nerviosa. Comprensiblemente, entonces, a la persona le falta confianza en sí misma, sabiendo que sus energías no son estables.

La respiración superficial eleva el centro de gravedad hacia el pecho, donde entonces se excitan las energías. Efectivamente, cuando tenemos el centro emocional inestable, cuesta muy poco hacernos perder el equilibrio o transtornarnos. La propia palabra "transtronar" describe exactamente lo que quiero decir.


                                                

Al tomar conciencia de cómo respira uno y de cómo respiran los demás, comenzamos a comprender la fuerza de nuestros Haras y nuestras naturalezas psicológicas. Cuando tenemos fuerte el Hara, nuestros actos tienen base y permanenecen equilibrados, sea cual sea la confusión o el transtrorno que haya a nuestro alrededor.

Para cultivar la estabilidad, equilibrio y seguridad, deberías practicar diariamente ejercicios de respiración profunda y meditación. Visualiza tu Hara como un punto de luz situado debajo del ombligo. Inspira profundamente hacia el Hara al mismo tiempo que visualizas cómo el punto de luz se hace más potente y vivo con cada inspiración. Observa cómo la energía del Hara se expande en todas direcciones y llena todo tu cuerpo con energía, vitalidad y vida. Continúa respirando y llevando Ki a tu centro vital. Con cada inspiración, visualiza tu Hara que se nutre y enriquece, de modo que el centro vital se va haciendo más potente con cada inspiración. Acaba el ejercicio haciendo una larga inspiración hacia el Hara y reten allí el aliento durante 5 segundos. Exhala y relájate. Vuelve a inspirar y a retener el aliento en el Hara durante 5 segundos. Exhala y relájate. Hazlo durante unos cuantos minutos, es un maravilloso ejercicio de conexión y estabilización.

Próximas fechas de taller "El poder del Hara"  septiembre en Barcelona, para más información escribe a haratherapy@gmail.com .

lunes, 26 de julio de 2010

Los pimientos rojos




En el curso de un viaje, Mulla Nasrudin llega a un pueblo. En el mercado se queda pasmado delante de un tenderete de frutas exóticas, desconocidas, que encuentra de lo más apetitosas. Le dice al vendedor:

-Estas frutas me parecen excelentes. ¡Póngame un kilo!

Se va la mar de contento con su compra. Un poco más lejos, le hinca el diente a una de estas frutas rojas, pero al instante siente que la boca le echa fuego. Se pone rojo. Sus ojos lloran y, sin embargo, continúa comiendo. Un transeúnte, que le está mirando desde hace rato, le aborda:

-Pero ¿qué hace usted?

-Creía que estas frutas eran muy buenas. Pensando que no iba a tener bastante con una sola, he comprado un kilo.

-Comprendo pero ¿por qué se empeña usted en comérselas? Son pimientos rojos, y son terriblemente fuertes.

-No son los pimientos lo que yo me como ahora-profiere Mulla-, sino mi dinero.

Uno ha hecho grandes esfuerzos para conseguir una situación o para formar una pareja u otra cosa y, sin embargo, se ha equivocado, pero insiste: uno se obstina en comerse los pimientos. En esta historia, los pimientos representan el esfuerzo que se ha realizado. No somos lo bastante humildes para reconocer que hemos cometido un error. Continuamos invirtiendo todo lo que poseemos en los pimientos.

Si uno quiere cambiar, en un momento dado, hay que ser lo bastante humilde para decirse: "Me he equivocado. He comprado un kilo de pimientos que no puedo comerme, pues me hacen daño. "Los dejo y empiezo otra cosa".

Comentario de Alejandro Jodorowsky


jueves, 22 de julio de 2010

Budha, Transforma el sufrimiento


¿Quién es Budha?

Su nombre proviene de su impulsor Siddhartha Gautama "el Buddha" nacido 563/6 a. C.

A sus 29 años tuvo una gran revelación: la comprensión y la posibilidad de ver la vejez, la enfermedad, la muerte y la vida espiritual ascética, que se le mantuvo oculta desde palacio. La experiencia de vivir el día a día de la gente fuera de palacio le cambió su manera de ser. Se marchó del puesto de príncipe para descubrir la espiritualidad y poder combatir el sufrimiento que padecía el mundo en general.

Tras varios años de ascetismo y profundizar en otros caminos de autorrealización, se iluminó.

Comenzó a predicar el Dhamma (Dharma) para todo tipo de gente, sin distinción de castas y sexo. Adoptó el camino del medio, sin extremos, ni auto gratificación ni auto mortificación, ni placeres ni austeridades. No aceptó los ritos y ofrendas a dioses para tener gracia o adquisiciones materiales. Tampoco los sacrificios a animales. Para él todo era innecesario.

Formó una orden de monjes "sangha" para enseñarles el camino hacia el Nirvana o iluminación, consiguiendo suprimir la ignorancia, el egoísmo y el sufrimiento, e impregnándose de sabiduría y compasión.


El Budha bajo el árbol Bodhi o Budha Galla comprendió 4 grandes verdades. Esta fueron el pilar de sus enseñanzas:

- la existencia del sufrimiento (cada parte de nuestro ser está sujeta al sufrimiento)
- las causa que provocan el sufrimiento (el anhelo ignorante es el que causa dicho sufrimiento)
- la posibilidad de suprimir el sufrimiento (abandonar anhelos y deseos es el modo de eliminar el sufrimiento)
- el camino para eliminar dicho sufrimiento: es el óctuple sendero.


                               

Óctuple sendero:

-Recta visión: correcto entendimiento de la naturaleza humana.

-Recta motivación: eliminar todos los prejuicios y malas intenciones del pensamiento.

-Recto modo de expresión: hablar cordialmente y con la verdad, hablar poco y algo sensible que incite a la serenidad.

-Recta conducta: evitar las malas acciones que conducen al dolor y a la violencia.

-Recto modo de vida: no transgredir las leyes de la moralidad y el Dharma.

-Recto esfuerzo: esfuerzo de naturaleza noble que reprima toda mala tendencia.

-Recta atención: estar atentos, tener buena memoria y mantener el completo autocontrol, sobre los actos, sentimientos y pensamientos.

-Recta concentración: práctica de la meditación que conduce a la sabiduría, ecuanimidad e iluminación. No hay supresión o aniquilación de los sentidos, sino una direccionalidad para no ser arrastrados por los placeres sensoriales.

                                          

miércoles, 14 de julio de 2010

Saraha (Tantra, el camino de la aceptación)


Saraha: nació en Vidarbha, que ahora está en el estado de Maharastra, en India, cerca de Puna.

En tiempos del rey Mahapala de Maharastra nació Saraha, hijo de un brahmín muy erudito que vivía en la corte del rey. El padre estaba en la corte, de modo que el joven creció allí, y tuvo cuatro hermanos, todos grandes eruditos. Saraha era el hijo menor y el más inteligente de todos. Los otros cuatro hermanos no eran nada en comparación con Saraha. Los cuatro maduraron y se casaron. La fama de Saraha iba extendiéndose por todo el país y el rey estaba encantado con él. Estaba dispuesto a dar a su propia hija en matrimonio a Saraha, pero Saraha quería renunciar a todo para convertirse en sannyasin, en buscador errante.

El rey se sintió herido; trató de convencer a Saraha para que se quedase. Este joven era tan hermoso y tan inteligente que, debido a él, la corte de Mahapala se estaba haciendo famosa. El rey estaba preocupado; no quería que este joven se hiciera sannyasin. Quería protegerle y darle todas las comodidades posibles; estaba dispuesto a hacer cualquier cosa por él. Pero Saraha persistió y el rey tuvo que darle permiso: se hizo sannyasin y discípulo de Sri Kirti.

Sri Kirti estaba en el linaje directo de Buda: primero Gautama Buda; después su hijo, Rahul Bhadra, y más tarde Sri Kirti. El rey conmocionado, porque Saraha era un brahmín: si quería hacerse sannyasin, debería haber sido un sannyasin hindú, pero en cambio eligió un maestro budista, Sri Kirti.

Lo primero que Sri Kirti dijo a Saraha fue: "Olvídate de todos tus Vedas, de todo tu aprendizaje, de todas esas tonterías". Fue difícil para Saraha, pero él estaba dispuesto a todo. Algo en la presencia de Sri Kirti le había atraído como un gran imán. Abandonó todo lo que había aprendido, volvió a no saber.

Pasaron los años, y poco a poco fue borrando todo lo que había aprendido. Se convirtió en un gran meditador. Tal como había empezado a hacerse famoso como gran erudito, ahora su fama de gran meditador comenzaba a extenderse. La gente empezó a venir tan sólo para ver a este hombre que se había vuelto tan inocente, como una hoja fresca, como gotas de rocío sobre la hierba matinal.

                                                   

Un día, mientras Saraha estaba meditando, tuvo una visión: la visión de una mujer en el mercado que iba a ser su verdadera profesora. Sri Kirti le había puesto en el camino pero la verdadera enseñanza iba a venir de una mujer.

Saraha se puso de pie y se preparó para partir. Sri Kirti le preguntó:

-¿Dónde vas?
-Tú me has enseñado el camino, has hecho que me desprenda del conocimiento-dijo Saraha-. Has hecho la mitad del trabajo: has limpiado mi pizarra. Ahora estoy preparado para la otra mitad.

Con las bendiciones de Sri Kirti, que se reía, Saraha se alejó. Fue a la plaza del mercado y se quedó sorprendido: Ciertamente encontró a la mujer que había visto en su visión! La mujer estaba haciendo una flecha, fabricaba flechas.

En India, una fabricante de flechas es una mujer de casta baja, y para Saraha-un erudito brahmín, un brahmín famoso que había pertenecido a la corte de un rey ir a ver a una mujer así era todo un símbolo.

Él vio en aquella mujer, una mujer joven, muy viva, radiante de vida, cortando la caña de una flecha, sin mirar a la derecha ni a la izquierda, plenamente absorvida en su tarea. Y sintió inmediatamente algo extraordinario en su presencia, algo con lo que no se había encontrado nunca. Incluso su maestro, Sri Kirti, palidecía ante la presencia de esta mujer. Algo tan fresco, algo de la fuente misma...

Saraha observó cuidadosamente: con la flecha preparada, la mujer cerró un ojo y abrió el otro, asumiendo la postura de apuntar hacia una diana invisible. Saraha se acercó aún más. Ahora no había diana; ella estaba apuntando a una diana desconocida, invisible.

Saraha empezó a sentir que le llegaba un mensaje. Esta postura era simbólica, sentía él, pero su significado era tenue y oscuro. Él podía sentir algo allí, pero no podía distinguir qué era.

Preguntó a la mujer si era fabricante de flechas profesional, y la mujer se rió con una risa salvaje, y le dijo:

-Estúpido Brahmín! Has abandonado los Vedas pero ahora adoras los dichos de Buda. ¿Qué sentido tiene? Has cambiado de libros, has cambiado de filosofía, pero sigues siendo el mismo estúpido.

Saraha estaba conmocionado. Nadie le había hablado nunca así. Sólo una mujer inculta puede hablar así. Y su manera de reír era tan poco civilizada, tan primitiva..., pero, aun así, muy viva. Él se sentía atraído. Ella era un gran imán y él un trozo de hierro. Entonces, dijo ella:

-¿Crees que eres budista?

Él debía llevar el hábito naranja de los monjes budistas, una túnica naranja. Ella volvio a reírse, y dijo:

-El significado de Buda sólo puede ser comprendido en la acción, no a través de las palabras y de los libros. ¿Aún no has llegado al punto de tener bastante? ¿Aún no estás harto de todo eso? No pierdas más tiempo en esa búsqueda fútil. Ven y sígueme.

Entonces ocurrió algo, algo como una comunión. Saraha nunca había sentido así. En ese momento, el significado espiritual de lo que ella hacía amaneció en él. Él la había visto dirigir la mirada ni a la derecha ni a la izquierda, sólo al centro. Primero había sido un filósofo: de un extremo al otro. Primero estaba adorando una cosa, ahora estaba adorando la opuesta, pero la adoración continuaba.

Puedes pasar de la izquierda a la derecha, de la derecha a la izquierda, pero eso no te va a ayudar. Serás como un péndulo yendo de izquierda a derecha, de derecha a izquierda...Y, ¿has observado? Cuando el péndulo está yendo a la derecha, está ganando impulso para ir hacia la iquierda; cuando va a la izquierda, está ganando impulso para ir hacia la derecha. Y el reloj continúa, el mundo continúa.

Estar en medio significa que el péndulo simplemente cuelga allí, en el medio, sin moverse a la derecha ni a la izquierda. Entonces el reloj se para. Entonces no hay más tiempo; surge el estado de no-tiempo.

Saraha se lo había oído decir muchas veces a Sri Kirti; había leído sobre ello, lo había contemplado. Había discutido con otros acerca de ello, que estar en el medio es lo adecuado. Ahora lo había visto en acción por primera vez. La mujer no estaba mirando a la derecha ni a la izquierda..., estaba mirando únicamente al centro, enfocada en el medio.

El medio es el punto desde el que ocurre la trascendencia. Piensa en ello, contémplalo, obsérvalo en la vida. Una persona persigue el dinero, locamente, está loca por el dinero; el dinero es su único dios. Un día u otro, el dios fracasa, tiene que fracasar. El dinero no puede ser tu dios; es una ilusión, estás proyectando. Un día te das cuenta que no hay dios en el dinero: no hay nada en él y has estado perdiendo tu vida. Entonces te vuelves contra él, tomas la actitud opuesta: no tocarás el dinero. Ambos caminos están obsesionados. Ahora estás en contra del dinero, pero la obsesión continúa. Te has ido de la izquierda a la derecha, pero el dinero sigue siendo el centro de tu conciencia.

Puedes cambiar de un deseo a otro. Eras demasiado mundano, ahora te haces trascendente: pero tú sigues igual, el deseo persiste.

Buda dice: Ser mundano es ser mundano, ser trascendente es ser mundano; adorar el dinero es estar loco, estar en contra del dinero es estar loco; buscar el poder es estúpido, escapar de él también es estúpido.

La sabiduría consiste en estar justo en el medio. Saraha lo vio realmente por primera vez: nunca lo había visto en Sri Kirti. Y la mujer tenía razón. Ella dijo:

-Sólo puedes aprender a través de la acción.

Ella estaba totalmente tan absorbida que ni siquiera miraba a Saraha, que estaba allí de pie, observándola. Ella estaba totalmente absorvida; estaba totalmente en la acción.

Éste vuelve a ser un mensaje budista: ser total en la acción. El karma se crea porque no estás totalmente en tus actos. Si estás totalmente en una acción, no dejas rastro. Haz algo totalmente, y no sólo estará acabado, tampoco guardarás un recuerdo psicológico de ello. Haz cualquier cosa de manera incompleta y se quedará contigo, se convierte en algo pendiente. La mente quiere continuar y completarla. La mente tiene la gran tentación de completar las cosas. Completa cualquier cosa, y la mente desaparece. Si sigues haciendo las cosas con totalidad, de repente un día descubres que no hay mente.

La mente es la acumulación de todas las acciones incompletas del pasado. Querías amar a una mujer y no amaste; ahora la mujer se ha ido. Querías visitar a tu padre y ser perdonado por todas tus acciones que le hirieron; ahora él ha muerto.

Lo pendiente, lo inacabado, se quedará como un fantasma. Ahora te sientes impotente, ¿qué hacer? ¿A quién acudir y cómo pedir perdón? Querías ser bondadoso con un amigo, pero  cerraste. Ahora el amigo ya no está y eso duele. Empiezas a sentirte culpable. Te arrepientes. Cosas así siguen sucediéndose.

Haz cualquier acción totalmente y quedarás libre de ella; no mires atrás, porque no hay nada que ver. No tienes asuntos inconclusos. Simplemente vas hacia delante. Tus ojos están limpios del pasado; tu visión no está nublada. En esa claridad, llegarás a conocer la realidad.

Estás tan preocupado...con todas tus acciones incompletas, que eres como un basurero. Una cosa incompleta aquí, otra cosa incompleta allí...; nada está completo.

¿Lo has observado alguna vez? ¿Has completado alguna vez algo, o está todo incompleto? Dejamos una cosa de lado y empezamos otra, y antes de completarla, empezamos una tercera. Nos sentimos cada vez más cargados: esto es el karma. Karma significa acción incompleta.

                                                                     "Sé total y serás libre"

                                         


La fabricante de flechas estaba totalmente absorbida. Por eso tenía un aspecto tan luminoso, por eso era tan hermosa. Era una mujer normal, peo su belleza no era de esta tierra. Su belleza venía de la absorción total en la acción.La belleza se debía a que no era extremista. La belleza se debía a que estaba en el medio, equilibrada. Del equilibrio viene la gracia.

Por primera vez Saraha había encontrado a una mujer que no sólo era físicamente hermosa, también era espiritualmente hermosa: absorbida totalmente, absorbida en lo que estaba haciendo. Él comprendió por primera vez: ¡Esto es meditación! No sentarse durante cierto tiempo a repetir un mantra, no ir a la iglesia o al templo o a la mezquita, sino estar en la vida, seguir haciendo cosas triviales, pero con tal absorción que la profundidad se revele en cada acción.

Comprendió la meditación por primera vez. Él habia estado meditando, había estado esforzándose mucho, pero por primera vez la meditación estaba delante de él, viva.

OSHO.

Doy gracias porque alguien puso en el momento exacto a Saraha en mi camino.


lunes, 12 de julio de 2010

Los desafíos de la meditación



Descubrirás que la meditación es mucho más fácil si posees un entendimiento exhaustivo de los desafíos que pueden surgir durante la práctica.

 La práctica de la meditación exige una rigurosa introspección, que es la responsable de los cambios en la personalidad, el estilo de vida y los valores. La meditación refuerza el carácter y elimina tus defectos y juega un papel importante a la hora de conseguir la calma y el sosiego de la mente, condiciones necesarias para alcanzar el estado meditativo. Puede que la tarea de cambiar el comportamiento y la personalidad resulte difícil, pero observa cada obstáculo como una prueba de fuerza para la mente. Ésta aumenta su poder cuando supera situaciones problemáticas.

Es normal que cuando empieces a practicar la meditación aparezca una capa tras otra de pensamientos negativos procedentes del subconsciente. No expulses esos pensamientos de repente o por la fuerza, o se volverán en tu contra con más energía. Los pensamientos negativos se desbordan si intentas deshacerte de ellos. Se trata de una ley psicológica conocida como la "ley de la resistencia". Sabrás que tu mente se está reforzando cuando, al aparecer pensamientos negativos, se sientas incómodo; anteriormente estos pensamientos habrían sido bienvenidos. Sigue observando tu mente; en especial cuando esté relajada. Los enemigos de la meditación, la paz y la sabiduría son las oleadas de ira, irritabilidad, celos y odio.


                                                                  SUEÑO


                                        

La somnolencia y el sueño son obstáculos normales en la práctica de la meditación. Las horas que necesitas dormir se reducirán considerablemente cuando hayas establecido una práctica regular.

A veces, durante tu práctica, puede que no estés seguro de si te has quedado dormido o si estás realmente meditando. Durante la meditación el cuerpo se vuelve ligero y la mente alegre, pero durante el sueño, el cuerpo y los párpados son pesados, y la mente se apaga. Si el sueño se convierte en un problema durante la meditación, mojáte la cara con agua fría, realiza ejercicios de respiración o si tienes práctica realiza Sirsana durante 5 minutos.


                                                 ALETARGAMIENTO


                            

Muchas veces, el aletargamiento y la depresión afectan al principiante. A veces la causa es física, como por ejemplo los pobres hábitos alimenticios, la indigestión, la falta de ejercicio o un entorno negativo.

Cuida tu salud y tu bienestar prácticando ejercicio regularmente y llevando una dieta sana, y evita el trabajo mental aburrido, demasiadas o muy pocas horas de sueño. El aletargamiento también puede aparecer cuando la vida está desequilibrada. Dá un ritmo a tu vida estableciendo una rutina diaria de meditación, ejercicio y estudio. La actividad física proporciona el equilibrio necesario para la práctica de la meditación, y el trabajo duro debería formar parte integral de la estructura diaria. Como el cuerpo y la mente están íntimamente conectados, intenta estar alegre a todas horas. La alegría y la buena salud van juntas de la mano.


                                                        HABLAR DEMASIADO


                                           

Hablar deamasiado disminuye el poder espiritual y dificulta la práctica de la meditación. Hablar requiere una cantidad notable de energía e inquieta y agita a la persona. Si eres una persona habladora o si disfrutas de los debates intelectuales, evita la tendencia a implicarte en charlas o discusiones innecesarias, que te harán sentirte agotado. Los sabios hablan poco y sólo cuando es necesario.

Para ayudar a calmar, centrar y disciplinar la mente, trata de practicar "mouna" o silencio, durante un máximo de una hora cada día, superando el tiempo que dediques a la meditación. Para conseguir unos resultados óptimos, practica a una hora en que normalmente sientas grandes impulsos de hablar. Obviamente, la idea no consiste en mostrarse hosco ni antipático, ni causar malas impresiones. Practica con sensibilidad.


DESÁNIMO

Al cabo de un tiempo de practicar la meditación, puede que te asalten algunas dudas sobre la efectividad de la práctica. La falta de fe desanima y es un grave obstáculo en el camino de crecimiento personal. Puede que estés tentado a reducir esfuerzos o incluso abandonarlos todos. Recuerda que siempre habrá períodos en que el progreso parecerá un poco lento. Las dudas tienen la tendencia a aparecer una y otra vez.

En el momento que aparezcan, busca inmediatamente amigos o profesores que te inspiren, compartiendo con ellos un tiempo la práctica.Conversar con gente que posea una fe firme  y una práctica sólida despeja todas las dudas. Sigue recordándote a ti mismo que los desafíos te ayudan a ser más fuerte. Continúa la práctica sin tener en cuenta los resultados. Alcanzarás el crecimiento, pero siempre de una manera gradual. La sinceridad, la regularidad y la paciencia contribuirán a que el progreso sea posible.


                                                                     IRA


De todas las barreras emocionales que se encuentran en la práctica de la meditación, una de las más devastadoras es la ira, el peor enemigo de la paz. Cuando los deseos no se cumplen, se manifiesta la ira. Tu mente se vuelve más confusa, pierdes la memoria y la comprensión, dices y haces cosas inconscientemente e incontroladamente. La ira perjudica seriamente nuestros cuerpos físico y psíquico, así como también el de los demás. Un arrebato de ira puede destrozar todo el sistema nervioso. La ira gana fuerza a través de su repetición y es difícil controlarla cuando se ha convertido en algo normal.

Al controlar la ira, todos los demás defectos mueren por sí mismos y la voluntad se vuelve poco a poco más fuerte. Observa tu mente con atención para ver si alberga signos de irritabilidad. Si te enfadas a menudo, , intenta reforzar tu mente practicando la paciencia tan pronto como se manifiesta la irritación. De esta manera serás capaz de parar los impulsos y emociones antes de que tomen forma y escapen a su control. Habla siempre con moderación, y si notas como la irritabilidad aparece en la conversación, para de hablar y dirije tu atención hacia otra cosa. Intenta hablar con autoridad pero suavemente, ya que las palabras duras sólo crean enfado.


                                                                         MIEDO



El miedo es la emoción más debilitadora de todas y dificulta gravemente la capacidad de meditar. El miedo constante, que se expresa a través de la preocupación y la ansiedad, mina la energía, hace tambalear la confianza y debilita la capacidad de conseguir los objetivos propuestos. El miedo es consecuencia de una imaginación vívida, que sin embargo adopta formas reales y se manifiesta en una gran variedad de formas: el miedo a la muerte, el miedo a las enfermedades, el miedo a la soledad, el miedo a la compañía.

Especialmente el miedo a la crítica pública puede interponerse en el camino de tu progreso meditativo. Puede que los amigos, e incluso familiares más allegados se burlen o te critiquen por prácticar la meditación. Aferráte a la práctica ante las burlas.


                                                                           ODIO

                                      

El odio, al igual que la ira y el miedo, es uno de los obstáculos más importantes para la mente del practicante aplicado. El odio es una enfermedad contagiosa. El odio crea más odio, lo que conduce en última instancia al horror y a la devastación de la guerra. A menudo sus raíces están profundamente encerradas en el subconsciente. El desprecio, los prejuicios y las burlas son algunas de las formas más perjudiciales que adopta el odio. Puedes tener tus propios principios y tus propios criterios y modos de comportamiento, y aún así respetar los puntos de vista y las acciones de los demás. La verdad no es un monopolio de nadie, de ningún grupo ni de ninguna doctrina espiritual.

El cotilleo, la crítica y los juicios son algunas de las manifestaciones más sutiles del odio. Encontrar los defectos de los demás y meterse en los asuntos ajenos son hábitos destructivos que crean inquietud y agitación en la mente. La tranquilidad y la paz Universal son posibles únicamente cuando el odio, los prejuicios y la intolerancia son sustiutidos por amor.


                                                VIVIR EN EL PASADO


                           

Cuando te sientes a meditar, es muy posible que experimentes pensamientos vívidos de experiencias pasadas. Puede que recuerdes acontecimientos que habían estado enterrados en el subconsciente durante muchos años. Recuerdos de conversaciones o de gente a la que querías y has perdido agitarán tu mente y dificultarán la meditación. La imaginación puede desbaratar el pasado, creando desequilibrio y discordia en la mente.

A medida que vamos haciéndonos mayores, la mente tiende a vivir o a pensar más a menudo en los acontecimientos pasados, con lo que no nos deja vivir plenamente el presente. Sueños de infancia, días de escuela y de juventud son sólo sueños y deberíamos dejarlos atrás con cuidado y para siempre. Intenta escapar de todos los pensamientos del pasado, tanto de los lejanos como de los más recientes, y vive plenamente en el presente.


                                                          EL EGO Y LA SOMBRA


                                          

El ego que se esconde tras la máscara de la personalidad humana es uno de los mayores obstáculos que se deben superar para conseguir la paz duradera. El ego es esa sensación de conciencia de uno mismo y de sus posesiones que se manifiesta como egoísmo y como un sentimiento de separación del mundo. Normalmente se dice que la gente demasiado segura tiene un gran ego, pero la gente que es muy tímida e introvertida también posee un gran ego; su sentido de sí mismos, sus cosas y sus posesiones es igual de fuerte.

El ego adora sus propias ideas y evita los cambios. El disimulo, la hipocresía, la exageración y el secretismo son características de un ego dominante. Un ego poderoso nubla el intelecto. Puede que mienta para encubrir sus equivocaciones, para mantener su posición, para reafirmarse en sus propias ideas o para consentir los malos hábitos. Puede que haga uso de la autojustificación, o que niegue errores y defectos, y puede que no sea consciente de las consecuencias de las acciones promovidas por sus deseos egoístas.

A menudo, los que poseen un ego exagerado no saben lo que quieren decir y no quieren decir lo que dicen; se vuelven demasiado tercos y autosuficientes para ver claramente lo que está pasando en sus mentes. Intenta realizar una introspección y aceptar tus defectos. No seas dur@ contigo mism@ y ten compasión cuando descubras aspectos de tu personalidad que tu ego prefiere no ver.No esperes la perfección en esta fase; si eres capaz de aceptar los errores y equivocaciones de tu carácter ya tienes media batalla ganada. Los cambios llegarán una vez que los aceptes.

Mediante la meditación regular y una fuerte determinación a erradicar el egoísmo desarrollaras una voluntad poderosa y desinteresada. Será entonces, mediante el trabajo persistente y la dedicación, cuando empieces a ver los cambios positivos de tu personalidad y de tu comportamiento.



                                       

Para limpiar el alma hay que llorar, en este cielo compartido la lección es haber vivido.