Prosperidad

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Hara Therapy

Yoga Reiki Hara Kali&Shanti "donde el bienestar nace de dentro hacia fuera".

El Hara constituye el centro de tu ser, el vínculo con la existencia, la morada de la voluntad, la referencia que presta sentido a la vida.

Un viaje hacia el centro de tu ser, un viaje que comienza con el cuerpo y a lo largo del cual se desciende de la cabeza al corazón y del corazón al Hara.

"Aquel que comprende tiene alas"

Las principales causas del estrés en Occidente son "querer ser lo que no somos y hacer demasiadas cosas en una hora".

Aquí y ahora lo único seguro son los cambios constantes, inevitables, dejémonos llevar, soltar, sacar, soñar, actuar, volar...si te propones cambiar vas a crear tensión, primero hay que aceptar y luego relajar, tenemos que aprender cuál es nuestro ritmo, desde la relajación.









jueves, 31 de marzo de 2011

Yoga Tibetano, Ejercicio dos: "Las diez perfectas"


Alguien cuya mente está distraída ha metido la cabeza entre las fauces, del terrible León de la desgracia. Maestro Shantideva ( Siglo 8).

Ejercicio 2, Las diez perfectas:

En el segundo ejercicio observamos nuestra respiración para llevar la mente hacia el interior y poder enfocarla en los ejercicios de Yoga siguiente. La procedencia de estas instrucciones se halla en un libro del primer Dalai Lama llamado Una Lámpara para el Sendero de la Libertad, las cuales a su vez, vienen de la obra Casa del Tesoro a la Sabiduría, escrita por el maestro indio Vasu Bhandu hace más de dieciséis siglos.



Vasu Bhandu

Adopta la postura meditativa y apoya tus manos sobre las rodillas, con las palmas de las manos hacia arriba. Une índices y pulgares de ambas manos adoptando Chin Mudra y relajas el resto de los dedos manteniéndolos extendidos. Observa que tu columna esté erguida, asegúrate de que tus hombros están nivelados, acercando los codos a los lados del cuerpo. Afloja cualquier tensión en la frente y el contorno de la boca, mirando al frente, mantén el mentón paralelo al suelo, deja caer los párpados y cierra suavemente los ojos.

Respira y ves soltando todo el aire por la nariz, suave y lentamente. A partir de ahora, respira solo por la nariz. Inspira con suavidad. Una exhalación seguida de una inhalación cuentan como una respiración. Lo llamamos un ciclo de exhalar/inspirar. Concéntrate en tus respiraciones hasta llegar a diez. Vuelve a empezar, si te das cuenta de que te has distraído. Cuando llegues a diez o hayas agotado el tiempo, prosigue con el ejercicio tres. 



Efectos:

La respiración está vinculada a nuestros aires internos y nuestros aires internos están vinculados a nuestros pensamientos. Esto significa que cuando tenemos pensamientos bondadosos o tranquilos, nuestra respiración se vuelve calmada y regular.

Las posturas físicas de Yoga están pensadas para flexibilizar y enderezar los canales internos, lo cual permite a los aires circular con mayor suavidad. Este efecto en el tercer nivel repercute en el nivel uno, nuestro cuerpo, dándole agilidad y aptitud. Pero si mientras hacemos los ejercicios de Yoga estamos preocupados por un problema en casa o en el trabajo, estaremos revolviendo de nuevo los aires internos, a causa de la conexión existente entre pensamientos i aires. De este modo, cualquier buen resultado que podríamos haber conseguido trabajando desde el exterior con los distintos ejercicios, desaparece al haberse agitado los aires internos. Hacer Yoga con una mente distraída es lo mismo que no hacer Yoga.

Los antiguos maestros se dieron cuenta de ello y fue así como convirtieron la práctica de Las Diez Perfectas en un requisito imprescindible antes de abordar los ejercicios físicos.



Siente el roce de la respiración entrando y saliendo por los orificios de tu nariz. A medida que vayas progresando con el ejercicio, podrás incluso llegar a escuchar el sonido imperceptible del aire colándose entre los finos pelos de tu nariz, como el viento entre los árboles. Más tarde, respirarás con tanta delicadeza que incluso este suave sonido desaparece.

Si sorprendes a tu mente pensando en cualquier otra cosa mientras duran las diez respiraciones, empieza a contar de nuevo, desde la primera. Es la evidencia innegable de cuán distraída llega a estar la mente moderna. Si ni tan solo somos capaces de aquietar la mente cuando lo deseamos de veras, será que nuestros aires internos se hallan en un constante estado acelerado y confuso.

Es muy importante darse cuenta, según dicen los libros antiguos, de que esta agitación en nuestros pensamientos y aires internos es responsable no solo de la mala salud, sino también del proceso de envejecimiento. Tal como fluyen los aires, fluyen los pensamientos. Este es también el motivo de que la mayoría de los ejercicios estén aquí dirigidos a reforzar y hacer más flexible tu espalda, especialmente en la conflictiva zona de la espina dorsal que está justo detrás de tu corazón.



Pero es una característica particular del Yoga del Corazón empezar siempre contando nuestras respiraciones a partir de la exhalación. Esta manera de respirar se mantendrá a los largo de todos los ejercicios de Yoga; es muy importante pensar en una respiración, no como "coger y soltar" aire, sino como en "soltar y coger". Hay un  motivo, esta manera de respirar facilitará que se calme tu respiración-compruébalo y verás-. Si tu respiración se ha acelerado o ha perdido el ritmo porque estás nervioso o disgustado por algo, es casi imposible aquietarla rápidamente tratando de obligarte a respirar con más sosiego. Pero si te enfocas en ralentizar la exhalación, si  tratas simplemente de soltar el aire en un largo y lento fluido hasta que tus pulmones están completamente vacíos, tu respiración se estabiliza de inmediato.

Piensa en como se queda tu respiración después de un gran suspiro. Y no hablamos aquí del tipo de suspiro explosivo que sueltas cuando estás muy cansado o exasperado con alguien. Nos referimos a aquel que suave y lento suspiro que se eleva y sale del fondo de tu pecho y garganta cuando te sientes muy satisfecho y relajado.



Así es como queremos que empiece cada respiración en el Yoga del Corazón-con este mismo suspiro suave de la exhalación fluyendo hacia afuera.- Si te habitúas a pensar en la respiración de este modo, com en un ciclo de exhalación seguida de inspiración, encontrarás que te sientes más calmado a lo largo de todo el día. De modo que empieza a trabajar en ello ya, durante las Diez Perfectas.



Hay otra razón por la cual empezamos la respiración exhalando primero e inhalando después. Nuestra primera respiración al salir del útero de nuestra madre, fue hacia dentro. Y la última respiración que hace un moribundo en su lecho de muerte es hacia fuera. El Yoga, tal como lo entendían los antiguos maestros de la India y del Tíbet, es una protesta contra este modo establecido de las cosas. No tenemos porqué envejecer como lo hacemos, decían; fuimos creados para la vida y no para la muerte. Dejemos que la última exhalación venga primero y después le siga una inspiración-vivamos-. Deja que los aires internos fluyan libres hacia el interior del canal central, y canten allí por siempre.



martes, 29 de marzo de 2011

Yoga Tibetano, Ejercicio uno, "El diamante en la rosa"



"Sabrás que tu Yoga funciona cuando oigas la melodía dentro de ti" Yogui Svatmarama (siglo catorce)

Ejercicio 1. El diamante en la rosa:

Aquí empezamos con el primero de los diez ejercicios del Yoga del Corazón. En la presentación de cada nuevo ejercicio, habrá primero introducciones sobre cómo llevarlo a cabo. Después vendrá una explicación de cómo actúa el ejercicio sobre tu cuerpo y mente, aportando fuerza y calma, desde el primer nivel hasta el quinto.

Tomate el tiempo necesario, cada uno en su medida de práctica.

Adopta la postura meditativa que te sea más cómoda, recuerda lo más importante es que tu columna se mantenga erguida. Une las palmas de las manos adoptando Anjali Mudra y apoyas los pulgares en el centro de tórax. Observas tu respiración lenta y pausada.


Cierra tus parpados con suavidad y lleva toda tu atención al entrecejo, imaginas una rosa roja en tu corazón, en el centro de la rosa hay un diamante reluciente. Ahora, recita suavemente las palabras "om mani padme hum". O si lo deseas, usa cualquier otro mantra con el que te sientas a gusto, que te anime, que te inspire. Mantén tu mente en la imagen del diamante en la rosa hasta que pase un tiempo. Tiempo: de 2 a 15 min.



Efectos:

El objetivo de este primer ejercicio es calentar y aflojar los canales internos en la zona de nuestro corazón. Este tranquilo canto o rezo no es una tontería por la que hay que pasar antes de una clase de Yoga. Es tan importante hacerlo antes del Yoga como lo es el calentamiento antes de hacer jogging. Veamos porqué.

Hemos hablado de una red de canales, canales hechos de luz, que son el fundamento de cada parte de nuestro cuerpo. El más importante de estos canales (Nadis) cruza de arriba abajo el centro mismo del cuerpo (Sushumna), como el gran eje invisible sobre el que gira nuestro querido planeta Tierra. Cuando los aires internos fluyen libremente dentro de este canal, nos sentimos alegres y felices.

A ambos lados de este canal central, a izquierda y derecha, se extienden otros dos canales (Ida y Pingala). Son un poco más estrechos y, en ciertos puntos, se cruzan por encima y alrededor del canal principal, como parras enroscadas a una madera.



Los aires que fluyen dentro de estos canales están conectados con nuestras emociones negativas: enfado, deseo, egoísmo. Cada vez que tenemos un pensamiento negativo o perjudicial, se agitan los aires en el interior de estos canales laterales porque, recordemos, nuestros pensamientos y los aires (Vayus) son como un jinete sobre su caballo.

Cuando los aires dentro de los canales laterales son agitados, dichos canales empiezan a expandirse, como globos largos y finos al ser inflados. Los canales laterales empiezan a estrangular al canal central en los puntos donde se enroscan a su alrededor. Esto, a su vez, dificulta el libre fluido del aire en el canal principal, como una manguera de jardín con un nudo. Y debido a que todos nuestros buenos pensamientos están vinculados a los aires que circulan por el canal central, empezamos a sentirnos nerviosos o tristes. Puesto que los inconvenientes surgidos en uno de los niveles, afectan a los otros, nuestra salud física se ve perjudicada.

El más grave de los nudos es el que se produce en nuestro canal central, a la altura del corazón. Aquí los dos canales laterales se enroscan con mayor fuerza alrededor del canal principal; este es, precisamente, el motivo por el cual puede empezar a dolerte el pecho después de algunos días especialmente estresantes en el trabajo o con la familia.



Todos los ejercicios del Yoga del Corazón van dirigidos a este punto bloqueado de tu pecho, abriéndolo para liberar los pensamientos felices y nutrir también el cuerpo. Cantar o tararear tiene un efecto especialmente poderoso para aflojar ese nudo de los canales en el corazón. Por esto resulta tan difícil cantar cuando estás triste o de mal humor: el nudo en el corazón se constriñe. Este es también el motivo por el que muchos de nosotros disfrutemos cantando bajo la ducha: el canal central que, de hecho, está más próximo a la espalda que al pecho se afloja con un buen chorro de agua caliente en esta zona.. Se relaja la rosca en nuestro corazón y hace que nos apetezca cantar.



Chenrezig

Om mani padme hum (sánscrito ॐ मणि पद्मे हूँ, oṃ maṇi padme hūṃ) es probablemente el mantra más famoso del budismo, el mantra de seis sílabas del bodhisattva de la compasión, Avalokiteshvara (en sánscrito) o Chenrezig (en tibetano). El mantra se asocia en particular con la representación de cuatro brazos Shadakshari de Avalokiteshvara. Se dice que el Dalái Lama es una reencarnación de Avalokiteshvara, razón por la cual el mantra es particularmente venerado por sus seguidores.

Los mantras son interpretados de varias maneras por sus practicantes, o simplemente como meras secuencias de sonidos cuyos efectos caen fuera de una posible definición estricta. Aunque este mantra en muchas ocasiones se traduce como "la joya en el loto", en otras se traduciría como "Om la joya en el loto Hum."
Un practicante podría expandir el significado del mantra, determinando por ejemplo que las seis sílabas representan la purificación de los seis reinos de la existencia:

SílabaSeis ParamltasPurificaReino SamsáricoColoresSímbolo de la Deidad(Desearles) Que nazcan en
OmMeditación / DichaOrgulloDevaBlancoSabiduríaReino Perfecto de Potala
MaPacienciaEnvidia / Lujuria por el entretenimientoAsuraVerdeCompasiónReino Perfecto de Potala
NiDisciplinaPasión / deseoHumanoAmarilloCalidad y actividad del cuerpo, habla y pensamientoDewachen
PadSabiduríaEstupidez / prejuicioAnimalAzulEcuanimidadEn la presencia del Protector (Chenrezig)
MeGenerosidadPobreza / deseo de poseerReino de los PretasRojoDichaReino Perfecto de Potala
HumDiligenciaAgresión / odioReino NarakaNegroCalidad de CompasiónEn la presencia del Trono de Loto (de Chenrezig)




Om Mani Padme Hum

La flor que imaginamos en nuestros corazones ha de ser hermosa y fragante, y con la capacidad de crecer incluso en circunstancias difíciles. En la India esta flor es el loto, una flor de color rosa anaranjado con un perfume sutil pero sorprendente. Un loto siempre crece en la parte más sucia y contaminada del estanque, alzándose con gracia por encima de la porquería, inasequible a ella. La flor representa nuestro amor por los demás, el amor en nuestros corazones que crece sosegadamente y sin que le afecten ni siquiera los más difíciles y excitantes momentos de nuestro día.

Cuando imaginas la flor dentro de ti, es importante que uses una flor que te resulte familiar puesto que esto activa con más fuerza tus pensamientos subconscientes y aires. Imaginamos el diamante en la rosa porque cuando suceda que el nudo en tu corazón se desate por completo, verás una luz clara, cristalina que se extiende con amor desde allí hacia cada cosa viva en el Universo. Y detrás de este amor está la verdad última de todas las cosas, tan pura e invencible como un diamante, puedes visualizar también un cuarzo blanco.



No seas tímido; canta alto y claro. Puede parecer un poco ridículo, pero es muy importante si quieres que el Yoga te haga ligero y fuerte. Cuando termines de cantar , pasas al segundo ejercicio cuando lo sientas no seas rígido con tu práctica.






Yoga Tibetano, Las semillas del mundo (3ª parte).


Kali

"¿Qué creías, que el cielo y el infierno los hizo una constructora?"  Buda Gautama (500 antes de Cristo)

Las semillas del mundo:

Habíamos empezado hablando de los cinco diferentes niveles. ¿Qué ha pasado con el quinto?

Está bien, es muy bonito decirle a la gente que si tienen pensamientos positivos se sentirán mejor físicamente; esto ya lo sabemos. El problema es que casi nunca podemos elegir. Los problemas surgen en nuestra vida con las situaciones o con la gente que nos rodea, y resulta difícil estar siempre tranquilo y en paz.

Ya mencionamos una solución: cuando te sientes cansado, disgustado o infeliz, puedes tumbarte en tu estera de Yoga y hacer tus ejercicios. Entras en calor y el efecto de los mismos se abre paso hacia los aires internos hasta llegar a tus pensamientos. Después te sientes mejor durante un rato y, a la vez, has beneficiado la salud de tu cuerpo.



La pregunta real, no obstante, tiene que ver con el quinto nivel. Si los aires internos conducen nuestra respiración, y nuestros pensamientos conducen a los aires internos ¿qués es lo que conduce a los pensamientos mismos?, ¿por qué resulta que ciertas cosas pueden disgustarnos? Y, en cualquier caso, ¿de dónde proceden estas cosas? Para comprenderlo hace falta conocer lo que los libros antiguos llaman "las semillas del mundo".

Tres personas asisten a su primera clase de Yoga. Una hora más tarde una de ellas sale con el cuello dolorido. La segunda no ha encontrado la clase demasiado interesante y no piensa volver. La tercera regresa a su casa ligera y llena de energía, encantada de haber encontrado un método nuevo y divertido para mantenerse sana y en forma. Las tres tuvieron la misma clase; las tres hicieron los mismos ejercicios. De modo que ¿dónde está la causa de esta diferencia?


Si piensas en ello, la clase de Yoga fue solo una. Pero estas tres personas asistentes tuvieron tres experiencias distintas. Los maestros de antaño dicen que esto tiene causa en las diferentes semillas del mundo sembradas en las mentes de cada persona.

¿Qué es una semilla del mundo? Es una pequeña semilla en nuestra mente que madura cuando observamos algo, y lo tiñe del modo en que lo vemos-como cuando te pones unas gafas de sol con cristal rojo y miras un papel blanco. Entonces el papel será rosado-.

La semillas del mundo deciden cómo vemos nuestro mundo, bueno o malo. Si una buena semilla del mundo madura en tu mente cuando tu jefa entra por la puerta, la ves acercarse y ofrecerte un aumento de sueldo. Si una mala semilla del mundo madura la ves dándote voces. Es la misma jefa, solo es una jefa. Cómo la veas depende de las gafas de sol que te hayan puesto sobre la nariz las semillas del mundo de tu propia mente.

¿De dónde vienen las semillas del mundo? ¿Cómo se plantan en nuestra mente? La respuesta es la misma que han dado mujeres y hombres sabios a lo largo de la historia en distintas partes del mundo: recibes lo que das; donde las dan las tomas. Llámalo Karma o, simplemente, cosechar lo que has sembrado. Las semillas que determinan cómo vemos nuestro mundo están plantadas en nuestras mentes por la manera en que hemos tratado a los demás.



Estas semillas del mundo son algo muy poderoso. Ascienden desde el quinto nivel hasta el primero y determinan el modo en que nuestro cuerpo responde al Yoga. Y aún van más lejos, moldean nuestra propia vida y nuestro mundo como tales.

Así que, en cierto modo, el futuro que tenemos por delante es como una pizarra en la que no hay nada escrito. Casi puedes imaginarlo como la nada que hay justo en el centro de la cebolla, después de quitar hasta la última capa. Que el Yoga funcione para cada uno de nosotros-lo que vamos a ver en la pizarra-depende de uno mismo.

Toda esta idea de las semillas del mundo, de que recibes exactamente lo que das, es tan vieja como la historia. Pero, de alguna manera, resulta un poco difícil de creer a título personal. Para resumir lo que hemos dicho hasta ahora, estamos buscando un programa de Yoga que trabaje con los cinco niveles a la vez, porque eso sería cinco veces más poderoso que una clase de Yoga sin más. Queremos un Yoga que estire y flexibilice las partes adecuadas de nuestro cuerpo; haga nuestra respiración tranquila tranquila y plena; dé fluidez y suavidad a nuestros aires internos; nos llene de buenos y afectuosos pensamientos; y nos ayude a sembrar en nuestra mente las semillas de un hermoso mundo futuro. Esto es, precisamente, lo que hace para ti el Yoga del Corazón media hora cada día. Así que prosigamos con el primer ejercicio.



Yoga Tibetano. Trabajar desde el interior (2ª parte)


Tus pensamientos cabalgan, sobre los aires internos. Como un jinete sobre su caballo. "Khen Rimponché Gueshe Lobsang Tharchin (1921).

Trabajar desde el interior:

La sangre fluye dentro del entramado de nuestras venas, y diminutos impulsos eléctricos pasan por las ramificaciones de nuestro sistema nervioso. ¿Qué es lo que se mueve dentro de los canales internos?

Son los aires internos (Vayus). Se llaman "aires" porque como el aire que empuja un velero, son invisibles al ojo, pero muy poderoso. Están también profundamente conectados a otro tipo de "aire": nuestra respiración que fluye dentro y fuera de nosotros.




Piensa en los aires internos y en tu respiración como si fueran dos cuerdas de una guitarra. Si afinas las dos cuerdas exactamente en la misma nota, puedes puntear una y la otra vibrará pos si misma. La respiración sigue a los aires internos del mismo modo. Si los aires internos fluyen con facilidad y calma, la respiración fluye igual.

El cuarto nivel es así de simple: son tus propios pensamientos.

Los pensamientos y los aires internos están siempre conectados; funcionan al unísono, los pensamientos cabalgan sobre los aires como el jinete sobre su caballo. Esta conexión entre nuestros pensamientos y los aires en el interior de los canales es el increíble límite en el que coinciden nuestro cuerpo y nuestra mente. Y es precisamente aquí donde el Yoga del Corazón trabaja.

Tú mismo puedes seguir el rastro de esta conexión simplemente pensando en la última vez en que, de verdad, te sentiste entusiasmado o disgustado por algo. Ante una emoción fuerte, tus pensamientos dejan de fluir ordenadamente y, literalmente, se disparan. Puesto que los pensamientos cabalgan sobre el caballo de los aires internos, estos también empiezan a revolverse dentro de los canales. Como si un jinete de repente, le clavara con violencia las espuelas a su caballo. Éste saldría disparado en cualquier dirección.

A causa de la conexión existente entre los aires internos y nuestra respiración-como las dos cuerdas de una guitarra-, la respiración también pierde el control. Empezamos a respirar más y más deprisa, espasmódicamente. Las células de nuestro cuerpo no reciben su alimento a tiempo. Si mantienes esta situación el tiempo suficiente acabarás con una úlcera de estómago o un ataque al corazón, o quizás sean solo unas arrugas...pero tu cuerpo se queja porque no le tratas bien.

Un solo momento de intensa emoción negativa en el cuarto nivel, los pensamientos, altera los aires internos a ellos vinculados. Este problema en el tercer nivel repercute en el segundo; nuestra respiración. Y esto crea desequilibrios en el nivel cuatro progresa hasta el nivel uno.

Pero, pensándolo bien, este proceso también nos proporciona una maravillosa oportunidad; podemos aprovechar la interconexión  entre todos estos niveles para invertir la situación. En realidad, este es el principal objetivo de la mayoría de formas de Yoga. Estiras y contraes el cuerpo físico haciendo que tu respiración sea más profunda y regular; así se estabilizan los aires internos y, automáticamente, se calman los pensamientos que cabalgan sobre ellos. Es como coger las riendas de un caballo desbocado para conseguir pararlo con suavidad:  el jinete también se detiene por el simple hecho de estar encima del caballo. Este es, precisamente, el motivo de que una buena sesión de Yoga te deje tranquilo y renovado.


Pero, ¿qué sucede si lo hacemos al revés?: ¿Qué sucede si trabajamos desde el interior? Imagina que pudiéramos tener los pensamientos más hermosos, los que fluyen del modo más perfecto. Podríamos sentarnos en calma y, simplemente, recrearnos en ellos deliberadamente.

Puesto que los aires internos están vinculados a estos pensamientos, dichos aires empezarían a fluir fácilmente y con sosiego dentro de los canales internos. Esto activaría el mismo cambio en el nivel inmediatamente superior: también empezaríamos a respirar libre y sosegadamente. Todas la células recibirían a tiempo su alimento, llenas a rebosar. Así nuestro sería radiante, fuerte y ligero. Y lo habríamos conseguido solo a través del pensamiento. Esta es la clave del Yoga del Corazón.



El libro Tibetano del Yoga


Naropa

"No puedes entrar por la puerta del Yoga, sin amabilidad y compasión por los demás."  Changya, El que nadara en el mar del diamante (1717-1786) Maestro de Yoga del Emperador de la China y de Su Santidad el Séptimo Dalai Lama.

Las raíces del Yoga Tibetano del Corazón:

El antiguo arte del Yoga llegó al Tibet desde su lugar de procedencia, la India, hace más de mil quinientos años. Rápidamente se hizo muy popular, y empezaron a brotar como setas por todo el país prodigiosos sistemas para ponerlo en práctica. El método de Yoga que aprenderás aquí, llamado Yoga del Corazón, pertenece a la tradición Guelupa de los Dalai Lamas del Tíbet.



Atisha

El Yoga del Corazón trabaja tu corazón de dos maneras: hace fuerte y saludable tu corazón y cuerpo físico, y te abre el corazón para amar a los demás. Y por supuesto, lo primero es verdaderamente consecuencia de lo segundo.

La instrucción para los ejercicios físicos y la práctica interna del Yoga del Corazón se introdujo en el Tibet procedente de dos diferentes linajes. Los ejercicios-aquello que en el mundo moderno entendemos por "Yoga"-les fue enseñado por primera vez a los tibetanos por el Maestro Indio Naropa (1016-1110). Estos ejercicios forman parte de una antigua tradición conocida como las Seis Prácticas, y los tibetanos la denominaron la "Máquina del Cuerpo".

Las instrucciones para abrir nuestros corazones a los demás se llaman tong-leng, que significa "Dar y Tomar". Esta práctica te implica a lo largo del día en una manera particular de respirar pensando en los demás, y muy especialmente, mientras haces tus ejercicios de Yoga. El linaje de Dar y Tomar se remonta hasta el propio Buda, más de dos mil años atrás. Se transmitió discretamente de maestro a discípulo sin haber sido jamás escrito y fue el gran sabio indio Atisha (982-1052) quien lo introdujo en el Tíbet. Cien años más tarde, el tibetano Gueshe Chekawa le dio forma de libro a la práctica por primera vez. El presente trabajo procede de este libro.


Ambos, los ejercicios físicos y las técnicas especiales de respiración, confluyeron en la época de Je Tsong Khapa (1357-1419) quien describe en un texto secreto llamado El Libro de la Tres Creencias, las posturas de Yoga que encontrarás aquí. Por cierto, las tres creencias son: creer en la belleza del método, creer en la belleza de quien te enseña, y creer en ti mismo, en tu propio éxito en la práctica.



Gueshe Chekawa

Je Tsong Khapa fue el maestro de Su Santidad el Primer Dalai Lama (1391-1474), desde entonces el Yoga del Corazón ha pasado hasta Su Santidad el actual Dalai Lama, cuya jovial sabiduría y compasión ciertamente personifican los propósitos de la práctica. 

El programa de media hora diaria de práctica del Yoga del Corazón presentada en este libro es parecida, aunque a la vez diferente, de otros tipos de Yoga que se enseña hoy en día. Por un lado hemos seleccionado ejercicios con los que probablemente, ya estás familiarizado si has hecho Yoga alguna vez. Te sentirás como en casa, tanto si estás empezando como si estás atendiendo las clases según Ashtanga, Iyengar, Shivananda, Jivamukti, Bikram, u otras tradiciones comunes.Cada una de las posturas de Yoga tradicionales que encontrarás aquí, va acompañada de una postura adicional que te resultará nueva.



Je Tsong Khapa

Éstas últimas proceden del libro del maestro del Primer Dalai Lama. Estos ejercicios profundizan y refuerzan el efecto de sus posturas hermanas. pero la diferencia más importante entre esta tradición de Yoga y las demás reside en cómo respiras y en lo que piensas mientras haces tus ejercicios. El Yoga tibetano del Corazón trabaja desde el interior y desde el exterior para llenarte de fuerza y tranquilidad. De modo que vamos a echar una ojeada.

Dalai Lama





lunes, 28 de marzo de 2011

Sesión de Yoga Tibetano o Yoga del Corazón (1ª parte)


Llega a comprender, cómo este núcleo extraordinario. Dentro de ti, es el eje mismo sobre el que giran las estrellas. "Sutra Yoga de Patanjali".

Hace unos meses que estoy realizando esta práctica, que como en todo tipo de Yoga tiene multiples beneficios. Para quien quiera trabajarlo en casa, la he añadido a mi práctica diaria aunque con alguna modificación, ya que como todo yogui/ni, me debo a las enseñanzas de mi maestro Krishna Piyush y aunque muchas veces lo admito realizo otras prácticas siempre vuelvo al camino central que es el que aprendí. 

Hace tiempo cayó en mis manos un libro titulado "El libro tibetano del Yoga" para quien le interese comprarlo, Ediciones Amara, el que  cada día voy a transcribir parte de esta enseñanza.




Cómo funciona el Yoga del  Corazón.

La mayoría de nosotros estamos interesados en el Yoga por que esperamos que aporte más energía y mejor salud a nuestro cuerpo, lo haga más flexible y esbelto y, por supuesto, proporcione paz a la mente. Muchos nos entregaríamos de corazón a un programa diario como éste si, desde el principio, alguien pudiera proporcionarnos una idea clara de cómo funciona. Para entender cuán beneficioso puede ser el Yoga del Corazón, necesitas conocer lo que llamamos Cinco Niveles.

Piensa en tu cuerpo como en una cebolla. En el exterior están todas las partes que podemos ver: brazos, piernas, abdomen y demás. Cuando hacemos Yoga nos concentramos principalmente en esta capa externa. ¿Dónde pongo el pie?, ¿dónde pongo el brazo?, ¿he mejorado por fin?

Y después hay una segunda capa, justo debajo de la primera. En este nivel quedan todas las cosas que proporcionan a nuestro cuerpo externo la energía necesaria para estar sanos y fuertes. Un ejemplo de ello, es, desde luego, lo que comemos, pero los antiguos libros de Oriente dicen que otras cosas alimentan también nuestro cuerpo físico-cosas como la ilusión, el dormir, e incluso los momentos de calma en que nos podemos sentar a pensar en algo sin ser interrumpidos-.

La fuente más importante de alimento, la energía sin refinar que nuestro cuerpo más necesita, al contrario de lo que podrías suponer, es la propia respiración. Podemos pasar días sin comer, incluso sin beber, pero una bocanada de aire es algo que necesitamos cada par de segundos. Nuestros cuerpos contienen billones de células y cada una de ellas se nutre de buenos atracones de oxígeno fresco que recogen a través de la maravillosa red formada por nuestros pulmones y corriente sanguínea. Si nuestra respiración es profunda y constante, nos nutre automáticamente; resplandecemos de salud. Por este motivo, todos los sistemas de Yoga enfatizan la necesidad de ser conscientes de nuestra respiración mientras llevamos a cabo los ejercicios.

Pero ahora, mientras vas mondando esta segunda capa-la respiración-llegas a un tercer nivel, el que hace posible el movimiento de la respiración: son los aires internos. Piensa en fotos que hayas visto donde los nervios recorren la totalidad de nuestro cuerpo, bifurcándose desde la espina dorsal como ramas de un árbol, extendiéndose hasta los límites de nuestras manos y pies.



De hecho, nuestro sistema nervioso forma parte del primer nivel: el cuerpo externo. Imagina una red invisible de diminutas tuberías y canales, hechas de una sustancia tan sutil que no la podrías tocar, como no podrías tocar un rayo de luz de sol entrando por tu ventana. Estos son los llamados canales internos-se encuentran en todo el entramado de nervios, vasos sanguíneos y también en los huesos de nuestro cuerpo-. En realidad, podríamos afirmar que el molde de nuestro sistema nervioso, venas y esqueleto, se forma siguiendo el contorno de estos canales parecidos a rayos de luz, que ya estaban allí incluso cuando aún estábamos en el seno materno.

La forma completa de nuestro cuerpo, tanto por dentro como por fuera, es simplemente un reflejo de la forma de estos canales internos sutiles. ¿Te ha pasado alguna vez que después de una helada has salido al sol de la mañana y te has encontrado con todas las ramas de los árboles de tu patio cubiertas por una hermosa capa de hielo reluciente? La forma que adopte el hielo en cada rama depende de la forma que tenga la rama: si la rama tiene un bulto, el hielo forma un bulto por encima. Cada protuberancia y hendidura dentro de nuestro cuerpo es, pues, el reflejo de una curva o recodo en los invisibles canales internos. Los huesos en la parte inferior de nuestra espalda, por ejemplo, adoptan su forma particular porque en los canales internos situados justo allí, en el mismo lugar, se produce una intersección nudosa similar.




Probablemente ya te estarás imaginando adónde nos lleva todo esto. Si estos canales internos que se encuentran en la parte inferior de la columna quedan anudados de algún modo, los huesos de la misma zona de la espina dorsal quedan también obstaculizados. Y esto es, precisamente, lo que causa el dolor de espalda. De modo que si de verdad quieres solucionar el dolor de espalda, has de solucionar el problema desde el nivel de los canales internos: el tercer nivel. 

Aunque quizá ahora no se habla mucho en una clase de Yoga acerca de estos canales internos, en la antigüedad el propósito de los ejercicios de Yoga era alcanzar este tercer nivel, para resolver los problemas de los canales internos. Y puesto que el primer y el segundo nivel se cimientan en el tercero, tu respiración y tu salud mejoran tan pronto como curas los canales internos.





Hasta el momento el trabajo se ha desarrollado desde el exterior, haciendo ejercicios de yoga. Ahora viene la parte más excitante y que es el secreto especial del Yoga del Corazón: trabajar desde el interior.