La octava encarnación de Vishnu al final de la era Dvapara será vista como la única encarnación completa. Krishna es para sus seguidores mucho más que sólo una encarnación de otro dios; ellos lo adoran como el dios supremo por antonomasia.
La encarnación de Vishnu como Krishna tuvo como finalidad poner fin al dominio tiránico del rey Kamsa- al principio de la Dvaparayuga, tercera edad del mundo-.
Krishna nació como octavo hijo de la princesa Devaki, hermana del rey Kamsa. El sabio Narada le había profetizado al rey que el octavo hijo de Devaki y Vasudeva le mataría; por ello, dejó que encarcelaran a Devaki y que mataran a sus seis primeros hijos.
A su séptimo hijo, el joven Balarama, sin embargo, no quiso llevárselo, pues aquél era una encarnación parcial de Vishnu y antes del nacimiento del cuerpo de Devaki había sido llevado en el seno de Rohini (otra esposa de Vasudeva).
El octavo hijo, al que Devaki misma trajo al mundo, fue llamado Krishna, "el negro", a causa del color azul oscuro de su piel. Vasudeva cambió al joven por la hija de un pastor de vacas, que había nacido al mismo tiempo, para salvarlo de las persecuciones de Kamsa.
La niña fue asesinada por Kamsa, pero Krishna creció junto a los padres de ésta, Nanda y Yasoda. Cuando Kamsa descubrió que se lo habían cambiado, ordenó matar a todos los jóvenes de fuerza y vigor extraordinarios.
Los pastores se marcharon por ello con su hijo adoptivo a Goloka, acompañados por Rohini y su pequeño Balarama. Ambos vivieron una infancia feliz, hicieron muchas travesuras y realizaron algún hecho asombroso. En el Bosque de Vrinda, adonde los pastores se habían trasladado después de siete años, el joven Krishna le obligó a Kaliya, rey de las serpientes, a que abandonase el agua del río Yamuna, que se estaba envenenando con él, y volviera al mar.
El mismo afecto e ingenuidad que Krishna tenía frente a los seres humanos debió de haber manifestado asimismo frente a los animales. La música de su flauta sonaba tan dulce que con ella amansaba a cada animal y hasta arrastraba bajo su hechizo a los animales salvajes de la jungla.
Las leyendas hablan también de la más célebre de sus compañeras de juegos, la bella Radha. Para algunos ella es su amada idolatrada; para otros, su esposa unida a él eternamente. Como siempre, en la unión de ambos, los indios reconocen el antiquísimo principio que también encontramos en Shiva y Shakti; la fusión del cosmos con la naturaleza.
En su escultura básica, Krishna se asemeja de un modo sorprendente a la imagen fenoménica de la séptima encarnación de Vishnu (el héroe Rama). No obstante, a diferencia de Rama, se le representará también con cuatro brazos.
A las esculturas de dos brazos, se les añade como atributo en la mano izquierda un largo bastón curvado en la parte superior y la mano derecha se levanta para hacer el gesto de la flor de loto.
Las representaciones de cuatro brazos lo muestran con la rueda, el bastón, la maza y la concha. Como tocado, Krishna lleva una corona nobiliar o su pelo recogido en un nudo sobre la cabeza. El pájaro mítico Garuda, como figura que lo acompaña, recuerda que se trata de una encarnación de Vishnu.
Una de las tradiciones más importantes para la genealogía y la historia de la vida de Krishna se encuentra en un anexo del Mahabharata, en 16.000 versos dobles (el denominado Harivamsa-Parvan). En este mismo poema épico, se le representará a Krishna como el amigo sabio y el consejero de los Pandavas, además de como el auriga de Arjuna, al que él pronuncia la Bhagadadgita ("El canto sublime") antes de la decisiva batalla de Kuruksetra.
Krishna como pastor que toca la flauta (Venugopala)
Para alegrar a los pastores, a sus esposas, a sus hijas y a las vacas. Krishna toca en su flauta travesera. La escultura de Krishna como pastor (Gopala) con la flauta (Venu) tiene dos brazos. Las dos manos sujetan la flauta travesera. Con una pierna se apoya Krishna en el suelo; la otra se cruza por delante de la anterior.
Como Venugopala, Krishna lleva una corona nobiliar o en una forma ligeramente modificada; un ramillete de plumas de pavo real. Que la música de la flauta de Krishna es seductora se expresará mediante la escultura de Krishna como Madanagopala, que significa algo así como "pastor del amor".
La deidad, en esta representación, tendrá cuatro u ocho brazos. Las manos de más abajo sostienen la flauta travesera, mientras que a las otras se les añaden los atributos de Vishnu. Como Madanagopala, Krishna puede también estar de pie apoyado sobre una vaca.
Krishna como niño (Bala-Krishna)
La escultura de Krishna como niño se separa algo de las líneas generales de la iconografía india. Ocurre en la plasmación iconográfica de la representación de cómo Krishna gatea en el regazo de su madre. En la escultura, se le mostrará desnudo y andando a gatas. El brazo izquierdo se levanta del suelo como si fuera a dar el siguiente paso a gatas y en la mano lleva algo de mantequilla.
Otra escultura encantadora muestra al niño en postura de danza. Algunas representaciones raras de Krishna como niño lo muestran en el regazo de su madrastra Yasoda o yaciendo sobre una hoja, que parece flotar sobre el agua. Esta representación tiene sus paralelos con Vishnu-Narayana, el que yaciendo sobre la serpiente del mundo sueña con el mundo futuro. El Krishna que flota sobre la hoja se chupa los dedos de su pie izquierdo.
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