En el mundo, el Tao es como una danza. La música provee de equilibrio al movimiento de la danza. Ambos son necesarios para crear estabilidad.
Los que intentan alterar el equilibrio para proteger su poder van en contra del Tao. Van demasiado rápido y no escuchan la música. El poder cambia el orden natural.
La mujer sabia continúa bailando porque su música no acaba. Se mueve sin pensar, continúa sin fatiga, y valora la contribución de las demás.
Cuando la naturaleza provee el equilibrio, se crea la armonía. Firmemente enraizada en la tierra, la mujer sabia es libre de moverse al ritmo de la propia música.
"El Tao de las Mujeres"
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