La palabra sánscrita Buda significa originariamente "despertar" o "volver en sí". Con el tiempo adquirió el significado de "despertar espiritual". Los budistas hablan de nuestra "naturaleza-Buda", es decir, de nuestra verdadera naturaleza.
La doctrina de "Las cuatro nobles verdades" es la que más claramente expresa las revelaciones espirituales de Buda. En esta doctrina, la base del Budismo, Buda diagnostica la condición humana y le prescribe un tratamiento: el camino hacia el nirvana.
Gracias a esas Cuatro Verdades, Buda alcanzó finalmente la iluminación. Sólo si tomamos consciencia de esas verdades universales, podremos llegar al entendimiento de nosotros mismos como individuos, de nuestra propia verdadera naturaleza.
La primera verdad es que toda vida mortal implica sufrimiento en forma de enfermedad, envejecimiento y muerte;
La Segunda Verdad insiste en que el sufrimiento está causado por el deseo; La Tercera Verdad nos enseña que eliminando el deseo, también eliminaremos nuestro sufrimiento; y la Cuarta Verdad ofrece un método para liberarnos del sufrimiento: el "Camino de las ocho sendas" o "Óctuple sendero", que identifica los ocho factores que conducen a acabar con el sufrimiento.
Estos factores reflejan los elementos esenciales para el aprendizaje de la doctrina budista: conducta moral, concentración y sabiduría.
Querer ser individuos independientes nos hace sufrir, y eso afecta a todo lo que vemos y hacemos: nuestras creencias, actitud ante la vida y la muerte. Según la filosofía Budista, vivimos dormidos en un mundo onírico porque no queremos aceptar la realidad de las verdades universales.
No somos individuos separados y autosuficientes, sino parte integrante de un todo mucho más grande, del que provenimos y al que regresaremos después de nuestra muerte. La vida no es más que un breve momento dentro de la totalidad de nuestra existencia.
La meditación nos permite percibir la profundidad en nuestro interior y nuestra interconexión con todo el mundo. A través de la meditación podemos adquirir consciencia de nuestra verdadera naturaleza y llegar al convencimiento de que la vida es lo que es. Con este despertar, nada cambiará, todo permanecerá igual...aparte de nuestra actitud y la manera en que encaucemos nuestras vidas.
¿En qué punto estás tú?
Demasiado joven para meditar
Demasiado turbulent@ para meditar
Demasiado impetuos@ para meditar
Demasiado enamorad@ para meditar
Demasiado ocupad@ para meditar
Demasiado cansad@ para meditar
Demasiado preocupad@ para meditar
Demasiado ancian@ para meditar
Demasiado tarde para meditar
Así es la vida, nunca encontramos el momento y dejamos la vida pasar.....
Idea tomada del libro "El arte del Tantra"
No hay comentarios:
Publicar un comentario